En las últimas semanas ha cundido el pánico por la alarma del ADAC respecto a las llaves inalámbricas de los coches, su seguridad, y la facilidad de robo. En resumidas cuentas, un estudio ha determinado que es realmente sencillo robar un coche. Pero en el estudio se han limitado a aquellos que tienen apertura y arranque ‘sin llave’, es decir, los que permiten llevar la llave en el bolsillo y no necesitan que pulsemos el botón de apertura en el mando, ni requieren ponerla en el contacto. Pero, ¿es tan sencillo robar un coche con llave inalámbrica como aseguran?
Por suerte para todos, queridos conductores, los fabricantes no acostumbran a publicar las especificaciones técnicas de las llaves inalámbricas. Y en este sentido, la información sensible no es otra sino la tecnología inalámbrica que se utiliza y el espectro radioeléctrico empleado, o más bien la frecuencia de trabajo de las llaves. Se saben que son ondas radio, pero evidentemente los fabricantes no hacen públicos los detalles de utilización de este sistema.
Así funciona la apertura sin llave de tu coche
El propio coche lleva un sistema de emisión de ondas radio, y la llave del vehículo tiene un sistema de similar preparado para esta misma frecuencia de ondas. Cuando están suficientemente cerca el coche y la llave, las ondas rebotan al sistema de emisión y, tal y como está programado, se permite el desbloqueo del cierre centralizado, aunque por lo general sólo de la puerta del conductor. Y la potencia de la señal emitida, precisamente para evitar que alguien más que el conductor pueda abrir, está limitada de tal forma que apenas alcance algunos centímetros. Lo suficiente para que sólo el conductor, con la llave en el bolsillo, pueda abrir el coche. Y de nuevo, en el contacto tenemos otro dispositivo de emisión que trabaja exactamente de la misma manera, pero de forma independiente. En otros modelos, sin embargo, el cierre centralizado y el contacto utilizan el mismo dispositivo de ondas.
¿Cómo se roban estos coches, según el ADAC?
La teoría que han lanzado, y que según ellos han probado de forma satisfactoria en varios modelos, se basa en la amplificación de señal. Es decir, que requiere de unos amplificadores de la señal inalámbrica para que, de esta forma, el vehículo sea incapaz de detectar que la llave está más lejos de lo que debiera para dejar que las puertas se abran libremente.
Colocando un amplificador de señal cerca del dispositivo emisor del coche debería ser suficiente para hacer llegar las ondas hasta la llave, y viceversa. Pero claro, la intensidad de señal se desvanece según la distancia, y por eso es necesario colocar otro amplificador cerca de la propia llave, de forma que las ondas reboten con suficiente potencia para que alcancen al coche de nuevo. Algo que, por parte del propietario, se puede evitar
El sistema que se utiliza es demasiado inseguro
El sistema que se utiliza es bastante similar al de una puerta de garaje. Cuando se trabaja con ondas radio es realmente sencillo ‘escuchar’ y replicar las ondas para saltarse el sistema de seguridad. Ahora bien, los fabricantes introducen ciertas capas de seguridad que permiten la identificación única de la llave, de forma que la réplica no sea un sistema válido para el robo, y sólo se pueda utilizar un sistema de este tipo que lo que hace es utilizar las mismas ondas radio, y solventar la capa de seguridad basada en la distancia a través de amplificadores de señal.