Esta semana he tenido la oportunidad de hacer una prueba dinámica, por fin, del nuevo BYD Seal. Una opción de berlina del segmento D con la que la marca china compite, de tú a tú, con el mayor icono entre los coches eléctricos: el Tesla Model 3 Highland. Y no te voy a mentir, tenía las expectativas algo altas porque ya conozco bien a esta marca, pero al mismo tiempo desconfiaba de que pudiera estar a la altura de un renovado Tesla Model 3 que, básicamente, ha mejorado en todo sin subir de precios. Pero ahora lo tengo bastante más claro, y al menos sé bien cuál es el que yo me compraría de entre estos dos modelos.
El BYD Seal tiene una carrocería de 4,8 metros de largo por 1,87 metros de ancho y 1,46 metros de alto. Por su parte, el Tesla Model 3 Highland tiene una longitud de 4,72 metros, así que es ligeramente más pequeño, aunque la diferencia no es grande entre ellos. A nivel de diseño, cada cuál tendrá su opinión sobre cuál es estéticamente más atractivo, pero yo personalmente me quedaría con el frontal del Tesla Model 3 y con la zaga del BYD Seal, con unas ópticas unidas de forma horizontal y un curioso dibujo con multitud de diodos LED que simulan gotas de agua.
El BYD Seal sorprende a todos los niveles, y es difícil explicar por qué es tan buen coche eléctrico, pero es por la tecnología que lleva
Puedo decirte que el BYD Seal es un coche eléctrico que se siente muy confortable en la conducción, que destaca especialmente por la altísima calidad de sus acabados, que está diseñado con un buen gusto que ya le gustaría a muchos alemanes y que además, a nivel de rendimiento, es sencillamente espectacular. Todo esto son sensaciones, claro que sí, como el hecho de que sus plazas traseras son muy amplias –salvo por la altura, que no tanto-, y mantienen exactamente la misma calidad de acabados que las delanteras. Pero es que todo esto tiene una larguísima explicación técnica que se apoya en la innovadora tecnología que usa este modelo.
Empezando por el hecho de que se basa en la e-platform 3.0 que usan todos los demás eléctricos de la marca que se venden en España. Pero específicamente por cosas como que este es el primer modelo de la marca que usa una batería CTB, que viene de ‘Cell to Body’. Es decir, sigue usando la misma batería Blade de sus demás modelos, pero en una configuración más liviana y que logra una mayor densidad energética porque ahora las celdas van directamente al cuerpo de la batería, y esta batería forma parte del propio chasis a nivel estructural.
No solo se logra más autonomía y mayor eficiencia, sino que además con esto han conseguido un reparto 50:50 del peso, que repercute de forma directa y positivamente en el comportamiento dinámico, y además ha permitido lograr una mayor rigidez torsional. Por otro lado, y ya de lleno en cómo se comporta en la conducción, es un eléctrico que estrena un sistema de control de tracción y entrega de par con una latencia diez veces inferior. Por eso es un coche mucho más reactivo y rápido a todos los niveles.
Podría tirarme horas y horas hablándote del nivel de tecnología de este BYD Seal, pero quizá te interese más saber que tiene dos versiones que usan ambas una batería de 83 kWh de capacidad de almacenamiento energético. Una con 313 CV de potencia y una autonomía de 570 km bajo el ciclo WLTP, y la otra con 530 CV, tracción total y, eso sí, una autonomía de 520 km. Cualquiera de las dos tiene potencia de sobra y una excelente autonomía, además de que se cargan a 150 kW de potencia máxima en corriente continua. Y lo mejor de todo es que vienen muy completos en equipamiento incluido de serie, con más de lo que ofrece de fábrica cualquier modelo alemán ‘de siempre’. Y su precio es de 36.900 euros, como mínimo, para su configuración menos potente.