Europa ya tenía previsto un progresivo abandono del petróleo en el sector de la automoción, con el foco puesto en la descarbonización. Ahora, sin embargo, el conflicto entre Rusia y Ucrania ha acelerado los planes de abandonar el petróleo y el gas ruso. Pero Europa necesita disponer de recursos para la generación de electricidad verde si no quiere volver al carbón. Y en este contexto, Ucrania se podría convertir en la fuente de hidrógeno verde de Europa, con Polonia como país de tránsito y Alemania como principal mercado de destino.
Durante el pasado año 2020, la Unión Europea presentó su Estrategia del Hidrógeno, poniendo como principal prioridad promover la producción de hidrógeno verde; es decir, el producido a través de electrólisis del agua utilizando fuentes de energía renovables. Para esto, según los previsto por la Unión Europea, durante el año 2024 se deberían estar produciendo un millón de toneladas; diez millones de toneladas en el año 2030 y en el año 2050 el hidrógeno verde debería haberse convertido en una fuente de energía autosuficiente y generalizada. Así que, como es evidente, se debe combinar también con un importante desarrollo de las fuentes de energía renovables.
Europa podría utilizar a Ucrania como palanca hacia el hidrógeno verde y contra la dependencia del petróleo y gas rusos
Alemania ya tiene previsto llevar a cabo grandes importaciones de hidrógeno verde; de hecho, presentaron su estrategia de hidrógeno algo de tiempo antes de que la Unión Europea presentase la suya propia. Este recurso es la clave para que Alemania se pueda alejar de la dependencia de los combustibles fósiles rusos y para alcanzar en el año 2050 la neutralidad climática. Es necesario para reducir las emisiones de CO2 no solo en el sector energético, sino en toda la economía.
En enero de 2022, el gobierno alemán presentó su iniciativa de diplomacia del hidrógeno, y mostró su disposición a colaborar con Ucrania y Nigeria en este ámbito. Pero consideran otras fuentes posibles como Chile, Marruecos, España y Holanda, entre otros, siempre y cuando sean capaces de producir suficiente combustible por sí mismos. Ya han cerrado algunos contratos con los Emiratos Árabes Unidos para recibir hidrógeno azul, y se espera que empiece a enviarse a Alemania a lo largo de este mismo año. Alemania tiene abierto un programa de financiación llamado H2-Global, con un presupuesto de 900 millones de euros, y tanto su industria siderúrgica como la química están preparadas ya para utilizar el hidrógeno verde producido a partir de electricidad. Para ello son necesarias grandes cantidades de energía renovable, y es por eso que tienen puesto el punto de vista en regiones con sol y viento como Australia, América Latina o el norte de África. Alemania, sencillamente, no puede producir tanta ‘electricidad verde’ por sí sola y toda Europa tiene urgencia por abandonar el gas ruso y pasarse al hidrógeno verde.
Ucrania tiene potencial como principal socio europeo en el hidrógeno verde
En estos momentos, Europa considera a Ucrania como un socio clave en la alianza del hidrógeno, y eso es porque Ucrania dispone de viento, sol y biomasa, además del espacio necesario para la producción de energía renovable a gran escala. El potencial ucraniano para la producción de hidrógeno verde es muy superior a las necesidades del mercado interno, así que tienen capacidad suficiente como para producir excedentes. En esta documentación se prevé que la Unión Europea pueda establecer en Ucrania una capacidad de producción de 10 GW de hidrógeno verde. Los científicos ucranianos consideran que el país tiene un potencial técnico para crear entre 500 y 700 GW de capacidad basada en energías renovables, y eso quiere decir que se pueden producir 45 millones de toneladas de hidrógeno, que es en torno a la mitad de lo que se está utilizando a día de hoy en todo el mundo.
En tanto que Ucrania es una región vecina de la Unión Europea, el transporte de hidrógeno por tuberías no solo es posible, sino que además es mucho más económico que a través de barco. Este es otro factor que posiciona a Ucrania como potencial socio clave. Pero en estos momentos el conflicto bélico es un problema, evidentemente. Mientras exista algún tipo de riesgo a nivel de seguridad, o a nivel de diplomacia, Ucrania se aleja de la posibilidad de convertirse en el principal proveedor europeo de hidrógeno verde. Pero además, una vez que pudiera acabar el conflicto, también habría que plantearse modernizar la red de distribución de gas en Ucrania, que dispone de 350.000 kilómetros y costaría entre 10.000 y 15.000 millones de euros. También habría que construir sistemas de almacenamiento de energía renovable de gran capacidad y centrales eléctricas para equilibrar el sistema energético.
Lo que es evidente a estas alturas es que toda Europa va a aumentar el esfuerzo para eliminar las dependencias del petróleo y el gas importados, aunque será un camino largo y costoso. Y en este contexto Ucrania parece uno de los principales potenciales aliados.