Muchos fabricantes tradicionales han retrasado sus plazos previstos en relación a la electrificación de su gama, y como respuesta a la desaceleración de la demanda global de este tipo de vehículos. Marcas como Bentley, como Ford, Mercedes-Benz o Volvo, han corregido su estrategia dándose plazos más laxos para convertir su gama en eléctrica pura o sencillamente seguir lanzando modelos totalmente eléctricos. Y Toyota ha sido la última en sumarse a esta tendencia.
Las marcas retrasan sus planes de electrificación
Hace poco vimos cómo Mercedes se echó atrás con los eléctricos redoblando su apuesta por los motores térmicos, y llegaron incluso a cancelar su plataforma eléctrica para modelos de gama alta. La misma marca alemana ha extendido la vida comercial del Clase A exactamente por el mismo motivo. Y como te iba contando, no ha sido la única. Más recientemente se dio a conocer que Volvo no será 100% eléctrica en 2030, que es el objetivo que se habían marcado con anterioridad. Es decir, que efectivamente han sido varios los fabricantes que, de una u otra forma, han corregido sus expectativas en torno al coche eléctrico y su apuesta.
Toyota ha sido la última, como te cuento. La marca japonesa tenía previsto iniciar la fabricación de coches eléctricos en 2025 en los Estados Unidos, y ahora han cambiado sus planes apuntando a mediados de 2026. Es decir, que siguen adelante con el programa que habían proyectado, pero han retrasado su estrategia de electrificación. Y es especialmente relevante porque Toyota es el mayor fabricante mundial de vehículos, y hasta ahora siempre han mantenido una apuesta muy tímida por los vehículos totalmente eléctricos.
Los eléctricos llegarán, pero no tan pronto como se creía
Scott Vazin, portavoz de Toyota, ha señalado a la BBC que la marca sigue ‘centrada en el objetivo global de alcanzar una producción de 1,5 millones de coches eléctricos para el próximo año 2026′. Y en lo específico de los Estados Unidos, asegura que a pesar del retraso esperan todavía fabricar entre 5 y 7 millones de eléctricos en Estados Unidos. Para esto, por cierto, ya se había dedicado una inversión de 1.300 millones de dólares en la planta de ensamblaje de Georgetown, en Kentucky.
Allí es donde se pretendía arrancar la fabricación de un SUV eléctrico con tres filas de asientos. Y además se gastaron también 1.300 millones en Carolina del Norte para fabricar baterías de iones de litio, y otros 1.400 millones para fabricar eléctricos en la planta de Princeton, en Indiana. Y todo esto se va a llevar adelante igualmente como estaba previsto, solo es que la marca japonesa ha tomado la decisión de retrasar los planes y arrancar con la producción en torno a un año más tarde de lo que originalmente habían previsto.
El pasado mes de septiembre Toyota rebajó su producción prevista de eléctricos un 30%. Así que en los Estados Unidos solo han retrasado sus planes, pero a nivel global sí que han corregido su estrategia a la baja. Y es curioso porque durante el mismo verano de este año aseguraron que ‘fabricarán enormes cantidades’ de vehículos eléctricos. A día de hoy, aunque en China tienen un catálogo más amplio, en Europa solo venden un coche eléctrico y es el Toyota bZ4X. Un vehículo que hasta el día de hoy ha pasado por el mercado sin pena ni gloria, y con más quejas que halagos.