A cada uno lo suyo, seamos justos. Hace unos días alertamos de que Renault estaba siendo investigada por las emisiones –como otras marcas que no se han mencionado en los medios-, y finalmente tenemos la resolución de esta investigación. Renault revisará 15.800 vehículos diésel, pero este no es un caso como aquel del escándalo Volkswagen. Es decir, que no ha sido culpa de Renault.
Algunos medios de comunicación han aprovechado el tirón del ‘dieselgate’ para hacer leña del árbol caído y poner a Renault en el centro de la diana mediática tras haberse comunicado que, en Francia, los organismos competentes estaban investigando las emisiones de NOx de algunos de sus modelos. La cuestión es que, en un principio, era únicamente eso, una simple investigación. Y aunque no se ha comentado, otras marcas están bajo la lupa, pero no sufrieron el desplome en Bolsa que, sin motivo alguno, la francesa sí experimentó.
Renault no ha trucado sus coches, pero los revisará
Han sido tres de sus sedes las investigadas por la Dirección General de la Competencia, del Consumo y del Control de Fraudes, y en esta investigación no se han detectado trampas como el software de Volkswagen que regulaba la combustión cuando detectaba que el coche estaba en pruebas de emisiones. Nada de eso, sino que simplemente, la marca utiliza un catalizador de NOx (LNT) para la neutralización de los gases contaminantes, y para un correcto funcionamiento requiere temperaturas de combustión más elevadas. Más elevadas en relación con la reducción catalítica selectiva (SCR) que utilizan sus competidores, que es un sistema algo más caro.
Es decir, que la homologación es correcta en los modelos de Renault que tendrán que ser revisados, pero el kid de la cuestión está en que el proceso de homologación es el que ha permitido que bajo test los valores sean correctos, pero en circulación las emisiones son mayores. Es decir, que Renault no ha tenido la culpa, y esta vez un fabricante será el que tenga que pagar el pato de un proceso de regulación que no es efectivo, y ya quedó demostrado con el famoso ‘escándalo Volkswagen’.
El resultado de todo esto, en cualquier caso, es que 15.800 coches pasarán por el taller para llevar a cabo una revisión sobre las emisiones, y los propietarios tendrán que estar sin sus vehículos «media jornada», que es lo que van a tardar en llevarse a cabo los ajustes correspondientes.
Si Renault no ha hecho lo correcto, de momento no hay fraude alguno
Que más adelante pueda descubrirse cualquier tipo de fraude, evidentemente, es posible. Ahora bien, es posible también con cualquier otro fabricante. Pero con respecto a este tema, estamos únicamente ante poco más de 15.000 coches afecados por lo que, de momento, sólo es una mínima desviación en la calibración del control motor, muy alejado de los 10 millones de Volkswagen. Y en este caso no hay software tramposo, ni hay fraude alguno al que se pueda asociar a la firma francesa.
Por otro lado, no podemos olvidar que actualmente, Renault lidera el mercado europeo de coches eléctricos con su utilitario Renault Zoe, que recientemente ha sido mejorado para alcanzar los 250 kilómetros de autonomía. Por lo tanto, como empezaba este texto: a cada uno lo suyo, seamos justos. Y si se descubre un fraude por parte de Renault, entonces que vuelen las piedras. Hasta entonces, esta es la verdad sobre sus emisiones.