Nissan fue pionera en esto del coche eléctrico, aunque a día de hoy no lo parezca. Y la marca japonesa puede presumir de haber vendido más de 650.000 Nissan Leaf hasta la fecha. Así que la marca tiene ya una buena cantidad de baterías ‘viejas’ que han durado más que el propio coche en el que algún día estuvieron instaladas. ¿Qué hacer con ellas? Pues bien, Nissan ha encontrado la solución, y en nombre del ecologismo te van a cobrar otros 1.000 euros más por una batería que, antes de encontrar esta solución, se consideraba ya inútil.
Hace algunos años se creía que las baterías de los coches eléctricos iban a durar menos, y se creía también que una vez que ‘murieran’ habría que reciclarlas. Sin embargo, el avance del vehículo eléctrico ha demostrado que en muchos casos la batería dura más años que el propio coche, y que una vez se extrae del vehículo se le puede dar una segunda vida antes de mandarla a reciclaje. Por eso, muchas marcas están considerando que, cuando se saca la batería de un coche eléctrico, la solución puede ser crear baterías domésticas que sirvan para almacenar la energía fotovoltaica en las viviendas con paneles solares. A Nissan se le ha ocurrido otra idea y, fíjate tú, su ecológica solución tiene un precio de 1.000 euros para quien se sienta convencido por ella.
Las baterías de los Nissan Leaf ‘viejos’, convertidas en baterías portátiles que cuestan 1.000 euros cada una de ellas
Nissan ha empezado a vender baterías portátiles que, efectivamente, están compuestas por dos módulos de batería de los 48 módulos que algún día formaron parte de un Nissan Leaf. Estas baterías portátiles son como las que venden empresas como EcoFlow o BLUETTI, dos de las compañías más populares dentro de este sector. Y que, por cierto, han conseguido una enorme popularidad gracias a los campistas. Porque, efectivamente, este tipo de batería portátil es ideal para caravanas, autocaravanas y campers, como alternativa a las instalaciones eléctricas fijas –que hay que homologar-.
Las baterías portátiles que ha fabricado Nissan, y que efectivamente provienen de las baterías de los Nissan Leaf ‘viejos’, ya se han empezado a vender en Japón a un precio de unos 1.100 euros al cambio directo de divisa, y se desconoce si la marca japonesa tiene idea de venderlas en otros países como, por ejemplo, en España. Lo que está claro es que han encontrado la forma de darle una segunda vida a los módulos de batería de sus antiguos Nissan Leaf, que es más ecológico que desecharlas o mandarlas directamente a reciclar, y también es un negocio más rentable para ellos.
La clave está en que, como ha explicado el profesor asociado de ingeniería eléctrica e informática de la Universidad de Windsor, Balakumar Balasingam, las baterías para coches eléctricos ya no se pueden usar en este tipo de vehículos cuando llegan al 80% de su capacidad original de almacenamiento energético. Sin embargo, sí que son perfectamente válidas para otros usos como el que ha encontrado Nissan. Vamos, que darle una segunda vida a las baterías de coches eléctricos es viable y más ecológico que cualquier otra solución posible.
Aunque Nissan ha optado por hacer pequeñas baterías portátiles que pesan unos 14 kg cada una de ellas, y que llevan integrado un inversor, además de que ofrecen una serie de tomas de corriente de 12 V y 220 V, y también conexiones USB para nutrir casi cualquier tipo de dispositivo, la solución más habitual no va a ser esta. La mayoría de los fabricantes van a darle una segunda vida a la batería de sus coches eléctricos, sí, pero va a ser creando sistemas de almacenamiento energético doméstico, tal y como comentábamos antes, para que en casa tengamos placas solares y su energía se almacene en estas baterías para casa.