Los aranceles contra China pueden aniquilar al coche eléctrico europeo

mini cooper electrico

La Unión Europea ha propuesto nuevos arancelespor encima del 10% que ya se venía aplicando- aplicados a los coches eléctricos chinos; o más bien, los importados de China, y que tienen el objetivo de proteger a las empresas de automóviles europeas. Sin embargo, hay varios fabricantes europeos que se pueden ver golpeados de forma directa por esta medida, tal y como han alertado desde una marca del Grupo Volkswagen.

Volkswagen está pasando por un mal momento y hace apenas horas que han avisado del riesgo inminente del cierre de fábricas en Alemania, algo que nunca se ha dado a lo largo de la historia de la marca. Esta situación crítica tiene que ver con la contracción del mercado de coches eléctricos y con la llegada de las nuevas marcas chinas. Desde luego que la marca Volkswagen, y todo el Grupo Volkswagen en su conjunto, no son los únicos que están sufriendo con la evolución del mercado. Pero es que la principal medida de Europa, que es aplicar mayores aranceles a la importación de coches eléctricos desde China, puede ser todavía peor.

Los aranceles a los coches eléctricos chinos también afectan a marcas europeas como CUPRA

A lo largo de los últimos meses han sido varios los fabricantes europeos que han buscado una solución urgente para aquellos coches eléctricos que están fabricando en China, o que tenían idea de fabricar próximamente en el país asiático. ¿Por qué? Pues porque, en realidad, la medida propuesta no afecta a los coches chinos como tal, sino a los coches importados de China. Y algunas de estas marcas tradicionales, en los últimos años, habían visto en China un lugar más barato para fabricar sus nuevos modelos eléctricos.

Wayne Griffiths, director ejecutivo de CUPRA, ha sido el último en lanzar una alerta al respecto. En una entrevista con Reuters ha señalado que el CUPRA Tavascan, que es un modelo diseñado en España pero fabricado en China, sería ‘eliminado’ si la Comisión Europea sigue adelante con sus planes de imponer un arancel a la importación del 21,3%. Según las indicaciones de Griffiths, subir el precio del modelo, que se vende a partir de unos 52.000 euros en el mercado europeo, no es una opción viable.

El CUPRA Tavascan lo fabrica Volkswagen Anhui, una compañía conjunta entre Volkswagen y Anhui Jianghuai Automobile Group (JAC), allí en China. No solo este modelo, sino también el Volkswagen ID.UNYX, que es la versión –con logotipos y estética de Volkswagen- para el propio mercado chino. El Tavascan, aunque se fabrica allí, se exporta al resto de mercados y ni siquiera se comercializa en el país asiático.

CUPRA no es la única, y la medida tiene más sentido de lo que parece

Tesla, compañía norteamericana, también va a verse afectada por los nuevos aranceles europeos, aunque habiendo sido sometida a ‘un examen individual’solo le afectará un 9% de subida. Por su parte, CUPRA había sido gravada inicialmente con un arancel del 38,1%, y el mes pasado se redujo al 21,3% después de haber avanzado en su cooperación con Bruselas. Exactamente lo mismo le ha afectado al MINI eléctrico, de BMW, que también ha pasado de un 38,1% original a un 21,3% recientemente.

Estos aranceles propuestos serán sometidos a votación en octubre, por parte de los 27 países miembros de la Unión Europea. Y en realidad, aunque el objetivo es proteger a las empresas europeas de las posibles ventajas competitivas de las marcas chinas, tiene un cierto sentido que las compañías del Viejo Continente puedan verse también afectadas. A fin de cuentas, lo que deberían perseguir los políticos europeos es que la industria se concentre en Europa. Aunque claro, las medidas llegan tarde, y cuando varios fabricantes ya han tenido que establecer parte de su producción en China para tratar de compensar esa ventaja competitiva de las marcas asiáticas.

El caso de CUPRA es especialmente preocupante porque, como ha explicado Griffiths, CUPRA ha invertido en aumentar la capacidad de la planta de Volkswagen en Anhui, y llegados a este punto ‘trasladar la producción a otra ubicación no es una opción’. Pero es que la presión es todavía mayor porque para el próximo año la Unión Europea va a rebajar las emisiones de CO2 permitidas para los fabricantes. Sin las ventas previstas del Tavascan, CUPRA no va a ser capaz de cumplir los objetivos de reducción de CO2 y se enfrentará a fuertes multas, lo que les obligaría a recortar la producción y podría afectar a los empleos en España.