Esta semana en el Salón del Automóvil de Ginebra 2024 se ha presentado en sociedad el Renault 5 E-Tech. Una generación totalmente nueva, y totalmente distinta, del icónico modelo francés. Y en los meses previos, la firma había estado calentando el terreno hablándonos de que rondaría los 25.000 euros en su configuración más sencilla. Así que parecía un potencial rival del Citroën ë-C3, que por relación entre calidad y precio se ha convertido en lo mejor que hay en el mercado ahora mismo junto al MG 4. Bueno, pues las cosas hay que decirlas como son, y el Renault 5 es una enorme decepción por algunas de las cifras clave de su ficha técnica.
No es ninguna broma, las cifras son tan malas que he tardado en creérmelas. Igual que cualquier otro periodista, recibí la nota de prensa en la que se revela su ficha técnica, y hay un dato en concreto que me pareció tan sumamente bajo que realmente creía que se trataba de un error, una errata, o algo parecido. Más que nada porque está totalmente desalineado con el que, como te digo, parecía que iba a ser su mayor rival en el mercado: el Citroën ë-C3.
El Renault 5 se carga tres veces más lento que un Dacia Spring, algo inadmisible y por lo que no podría recomendarle su compra a nadie
El Renault 5 E-Tech se venderá desde este verano, a partir de ‘menos de 25.000 euros’, y en un total de tres versiones distintas. En la que encuentro el problema más importante es precisamente en su versión más barata, que ya podemos ir avanzando que saldrá ligeramente más caro que un Citroën ë-C3. Esta versión de acceso tiene un motor eléctrico de 95 CV de potencia máxima junto a una batería de 40 kWh, y con este conjunto dará unos 300 km de autonomía WLTP aproximadamente.
La autonomía entra en los parámetros de coches de su estilo, como el propio Citroën ë-C3, que declara 320 km WLTP. El enorme problema está en que esta configuración de acceso a la gama solo se puede cargar en corriente alterna y, por sorprendente que resulte, a 11 kW de potencia máxima. ¿En serio, Renault? Sí, es en serio, y significa que se carga tres veces más lento que un Dacia Spring. Prácticamente unas diez veces más lento que el Citroën ë-C3 más barato de la gama, que ya alcanza los 100 kW de potencia máxima en corriente alterna.
No solo es una cifra ridícula, sino que desde mi punto de vista es directamente inadmisible. La configuración intermedia con idéntica batería de 40 kWh, y con 122 CV de potencia, ya sí que soporta carga en corriente continua aunque a 80 kW, de nuevo más lenta que la carga del Citroën ë-C3. Y para poder cargar a 100 kW de potencia máxima, en la gama del Renault 5 E-Tech tendremos que irnos a la versión tope de gama con batería de 52 kWh de capacidad y con un motor eléctrico de 150 CV.
Y sí, puede que la marca francesa quiera defender esta lamentable decisión de limitar la potencia de carga de su Renault 5 E-Tech más barato escudándose en que es una configuración pensada para la ciudad, pero es que ni con esas es aceptable. Sencillamente porque el mismo Dacia Spring, que forma parte del Grupo Renault, ya carga a 33 kW de potencia máxima triplicando la velocidad que puede soportar este Renault 5 E-Tech de 95 CV y con 40 kWh de batería. Se han dejado en ridículo ellos mismos, y más todavía Stellantis, que vende el Citroën ë-C3 a un precio más bajo y, como te digo, con capacidad para cargarse a 100 kW de potencia máxima en corriente continua. Así que muy bonito, pero el nuevo Renault 5 E-Tech no podría haberme decepcionado más con su ficha técnica.