Imagínate poder cargar un 80% de la batería de un coche eléctrico en solo 12 minutos. Suena bien ¿verdad? Pues es en lo que trabajan Sprint Power y Castrol, y es posible gracias a un simple líquido refrigerante. El proyecto de desarrollo se basa en dos módulos de batería diseñados por Sprint Power, que utilizan fluidos térmicos de Castrol ON –vamos, líquido refrigerante específicos para coches eléctricos-, el cual permite acelerar un 41% la carga de la batería. Este líquido se ha creado siguiendo una fórmula específica enfocada a sistemas de refrigeración directa, y es el ‘secreto’ para conseguir velocidades de carga muy superiores a las que se están logrando en la actualidad.
Ambas compañías están trabajando de forma conjunta en un sistema de baterías de carga ultra rápida que tienen como principal diferencia, frente a las soluciones que ya se comercializan a día de hoy, el sistema de refrigeración. Es de sobra conocido que cuando la temperatura de una batería aumenta es cuando la potencia de carga tiene, sí o sí, que bajar hasta que se estabiliza. Así que han optado por un diseño en el que las celdas están sumergidas directamente en una solución refrigerante que no es conductora de la electricidad. Para este sistema de refrigeración se utiliza, efectivamente, el fluido térmico Castrol ON. Las celdas que comentábamos anteriormente se sumergen directamente en el líquido refrigerante desarrollado por Castrol, y este sistema no solo está ideado para coches eléctricos puros y otro tipo de vehículos eléctricos, sino también para vehículos híbridos.
Un nuevo líquido refrigerante para coches eléctricos que permite cargar la batería mucho más rápido
Todos los coches eléctricos tienen un sistema de refrigeración. A día de hoy ya no se utilizan sistemas de refrigeración activa por aire, sino que son todo refrigeraciones líquidas, y la mayoría de ellos se basan en refrigerantes de agua-glicol. Este líquido se aloja en canales específicos dentro del paquete de batería, y sirve para regular la temperatura de las celdas de forma independiente o de los módulos. Sin embargo, esta nueva batería que están desarrollando en el Proyecto Celeritas utiliza Castrol ON, que es un líquido dieléctrico que circula de forma directa por el interior de cada módulo y que tiene contacto directo con todas y cada una de las celdas de la batería de forma independiente.
El resultado de este tipo de refrigeración directa, y de las propiedades específicas del líquido refrigerante Castrol ON para baterías de coches eléctricos, está en velocidades de carga más rápidas y, además, un rendimiento mejor tanto en temperaturas elevadas como excesivamente bajas. No solo se consigue cargar más rápido la batería de un coche eléctrico, sino que además se garantiza una mayor vida útil de la batería. Es decir, que se logra que resista a una mayor cantidad de ciclos de carga y de descarga.
En datos más específicos, hablan de que con este nuevo líquido refrigerante se puede conseguir una carga un 41% más rápida que utilizando líquidos refrigerantes basados en agua-glicol. En pruebas específicas que han llevado a cabo, cargaron una batería al 80% en 10 minutos frente a los 14,1 minutos que hicieron falta con soluciones líquidas de refrigeración que están ahora mismo disponibles en el mercado. Es decir, que la diferencia es sustancial, y juega a favor del refrigerante de Castrol, y en realidad no requiere de ningún tipo de modificación técnica sobre las baterías que están utilizando a día de hoy los coches eléctricos.
En los últimos años se han despreciado las refrigeraciones por aire precisamente porque se ha podido comprobar que una mala refrigeración de la batería de un coche eléctrico da lugar a una degradación prematura de las celdas. Ahora, el mercado ya tiene claro que la refrigeración líquida es algo crítico en este tipo de vehículos. Pero en los próximos años iremos viendo que, efectivamente, la utilización de un líquido refrigerante de alta calidad tiene importantes efectos sobre la velocidad de carga y sobre la vida útil de la batería.