Este kit transforma un diésel en híbrido enchufable por 7.500 euros

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Sí, se puede convertir un coche gasolina en eléctrico y, de hecho, tiene un nombre: se llama retrofit. Esto de convertir mecánicas es una opción poco conocida, pero que existe. Y la última propuesta es hacer la conversión de diésel a híbrido enchufable. La empresa francesa Green Corp Konnection (GCK) ha desarrollado un kit de conversión denominado Twin-E que está pensado para una amplia variedad de vehículos urbanos. Y no es que sea muy barato, pero sí es verdad que resulta bastante más económico que comprar un coche nuevo.

De diésel a híbrido enchufable

El kit en cuestión está compuesto por un motor eléctrico que puede ser de entre 41 CV y 54 CV de potencia máxima. Con este motor eléctrico se sustituye a la caja de cambios que utilizase en origen el motor diésel. Esta batería se nutre de una batería de iones de litio, que está planteada para colocarse en el maletero del coche, y viene equipada con un cargador de hasta 3 kW de potencia máxima. Con este cargador, que en algunos casos es de 1,2 kW de potencia, se puede hacer una carga completa en entre 7 y 3 horas según la configuración seleccionada.

Además de lo anterior, el kit de conversión cuenta también con el sistema de frenada regenerativa habitual de los vehículos electrificados, y que permite convertir parte de la energía cinética en energía eléctrica durante las retenciones. Lo que no sabemos es qué nivel de eficiencia tiene este sistema. Lo que sí han revelado, a pesar de que es un sistema que todavía está en desarrollo, aunque planteado para su lanzamiento comercial en los próximos meses, es que con este kit de conversión se pueden reducir las emisiones de CO2 a tan solo 39 g/km, y que además apuntan a reducir el consumo de combustible a una media de 1,4 L/100 km.

Como si nunca hubiera sido un coche diésel

Junto con toda la parte mecánica, de la que te hablaba antes, este kit de conversión para pasar de diésel a híbrido enchufable incluye además una pantalla digital que sirve para llevar el control del sistema energético, ver información en tiempo real y seleccionar entre los tres modos de conducción. Uno de ellos permite circular en modo eléctrico, el otro permite circular en modo térmico para preservar la energía de la batería, y el otro funcionar en modo híbrido. En el modo totalmente eléctrico se puede circular sin encender el motor hasta los 70 km/h de velocidad máxima.

Este modo eléctrico debería ser suficiente para que, como tienen proyectado los legisladores, se pueda circular por ciudad con cero emisiones contaminantes. De hecho, los propios fabricantes de automóviles han estado trabajando durante los últimos años para introducir un modo de conducción que permita, efectivamente, pasar por núcleos urbanos regulados sin que se encienda en ningún momento el motor térmico. Y este kit, que convierte –casi- cualquier coche diésel en un híbrido enchufable, y con un precio aproximado de 7.500 euros, cuenta exactamente con las mismas posibilidades.

El mayor problema de estos kits de conversión, y estas propuestas de retrofit, es enfrentarse a la homologación. En Europa la normativa en torno a este tipo de transformaciones no es especialmente laxa. Los procesos que hay que llevar a cabo son tediosos incluso para pequeños cambios en un vehículo, y no son económicos. Es decir, que la viabilidad de un proyecto así es bastante limitada, aunque son propuestas realmente interesantes que los legisladores europeos deberían tener muy en cuenta para los próximos años.