Hace unos días se ha estrenado el nuevo Qashqai y es, como se esperaba, un restyling del que ya estaba a la venta. Un modelo que ha pasado desapercibido frente a lo que consiguió la generación anterior, y en lo relativo a su volumen de ventas aquí en España. Pero es que esta actualización lo tiene igual de difícil para hacerle frente tanto al Hyundai Tucson como a su otro gran rival, que es el KIA Sportage. Y voy a explicarte los motivos.
El nuevo Nisssan Qashqai tiene unas medidas idénticas a las que ya tenía antes del restyling; es decir, que su carrocería tiene 4,42 metros de largo y se queda por tanto por debajo de los 4,5 metros del Hyundai Tucson y de los 4,51 metros del Sportage. Es algo más pequeño y eso se nota en que sus plazas traseras son menos espaciosas, pero es que además también se limita a ofrecer 504 litros de capacidad de maletero. Que no es que esté mal, claro que no, pero está muy por detrás de los 598 litros del modelo de Hyundai y de los 571 litros del Sportage. Para un uso familiar, sus rivales coreanos juegan con una importante ventaja.
No ofrece lo suficiente y no se desmarca por precios
A nivel de motores es verdad que tiene una clara ventaja competitiva, y es que el Qashqai arranca su gama con un motor 1.3 DIG-T MHEV de 140 CV de potencia que, aunque tiene un rendimiento ligeramente inferior, cuenta con la tecnología mild hybrid de la que carecen el Tucson y el Sportage más básico. Los coreanos arrancan su oferta mecánica con el bloque 1.6 TGDi 150 CV, sin ningún tipo de electrificación y por tanto con la etiqueta C de la DGT. Aunque es verdad que su siguiente opción en la gama es el 1.6 TGDi MHEV 150 CV, que es idéntico pero con tecnología mild hybrid, y que además también se venden en versión diésel con sistema de micro hibridación.
Los coreanos tienen una gama mecánica mucho más amplia. Además de la que te decía antes, el Qashqai está disponible en mild hybrid con 158 CV, y en su configuración e-Power de 190 CV. Por su parte, el Tucson y el Sportage, además de las señaladas antes, tienen también dos versiones híbridas de 215 y 230 CV, y una configuración híbrida enchufable de 265 CV. Son opciones con las que directamente el modelo japonés no puede competir.
Y dejando a un lado las mecánicas, donde indudablemente son superiores los coreanos, lo interesante sería que el Qashqai fuese más barato. Pero es que a día de hoy, cuando aún no se ha empezado a vender el restyling de ninguno de ellos, el Qashqai arranca en 26.300 euros y, sin embargo, el Tucson parte de 24.825 euros. Por su parte, el Sportage está disponible desde 27.125 euros en estos momentos. Y ya te digo que son coches más grandes y espaciosos, con un maletero más amplio, y con una mejor gama mecánica. Aunque es verdad que en su versión más barata es el Qashqai el que saca la cabeza por la sencilla razón de que viene ya con etiqueta ECO de la DGT.
Como contaba en el vídeo que acompaña a este artículo, creo sinceramente que los cambios en el Nissan Qashqai 2025 no son suficientes como para poder plantar cara en el mercado a sus dos rivales coreanos. A pesar de sus claras desventajas técnicas, si al menos fuese una opción más barata, tendría un pase. Pero es que por algún motivo Nissan se ha empeñado en competir con un producto inferior a un precio casi idéntico al de sus mayores amenazas.
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