BYD, el gigante chino que acaba de hacer un ‘sorpasso’ a Tesla en la venta mundial de coches eléctricos, acaba de empezar a construir su primera fábrica de baterías de sodio en Xuzhou, una ciudad entre Beijing y Shanghái. Un proyecto para el que han previsto 1.284 millones de euros, apriximadamente, y con el que prevén disponer de una capacidad de producción anual de 30 GWh. Y no solo para sus propios coches eléctricos baratos, como el BYD Seagull, sino también para vehículos eléctricos de bajo coste de otros fabricantes a los que venderán sus baterías, como ya han hecho con la ‘Blade’ y Tesla, Toyota, KIA o SsangYong, entre otras.
BYD sigue avanzando para ser líder mundial no solo en venta de coches eléctricos, sino también en el mercado de baterías para estos vehículos. Ya ocupan la segunda posición a día de hoy, solo por detrás de CATL. Y mientras su propia cuota de mercado mundial en eléctricos les ayuda a impulsar este negocio, el acuerdo de suministro con otras compañías como Tesla, KIA, SsangYong, Toyota o Ford, entre algunas otras, les ayuda a aumentar progresivamente también su cuota de mercado en lo que a baterías se refiere. Un paso clave en todo esto ha sido el inicio de la construcción de su fábrica de baterías de sodio, que ha tenido lugar hace apenas unas horas. Es una operación que forma parte del acuerdo firmado por Findreams Battery, filial de BYD, y HuaiHai Group para el despliegue de la gigafábrica de baterías de sodio en Xuzhou.
BYD está levantando una ‘gigafábrica’ de baterías de sodio para los coches eléctricos más baratos del mercado
BYD y HuaiHai Group ya se unieron en noviembre de 2022 para levantar, también en Xuzhou, otra fábrica de baterías que estará centrada en la producción de baterías Blade con celdas LFP. La construcción de esta otra planta, de 310.000 metros cuadrados está prácticamente terminada, y sus primeras unidades se producirán en marzo de 2024. Así que la producción de baterías de sodio en esta nueva planta no debería demorarse más allá de finales de este año o comienzos de 2025, probablemente. Aún así, ninguna de las dos empresas ha revelado cuándo dispondrán de estas primeras baterías de sodio enfocadas a coches eléctricos baratos y otro tipo de vehículos de movilidad personal.
Antes del lanzamiento del BYD Seagull, que se produjo el año pasado, se esperaba que este fuera el primer modelo que llegase al mercado con batería de sodio. Sin embargo, BYD sorprendió al mundo introduciendo este modelo, que cuesta menos de 10.000 euros en su mercado de origen, con una batería Blade con celdas LFP como la que monta cualquier otro de sus vehículos eléctricos. Y desde entonces, en ningún momento han hecho referencia a la más que probable instalación de una batería de iones de sodio, mucho más económica, en alguna nueva versión de acceso del BYD Seagull.
Mientras tanto, JAC Yiwei, respaldada económicamente por Volkswagen, presentó a finales del año pasado el primer eléctrico con batería de sodio. Este modelo, el primero producido en masa con este tipo de batería, usa una batería de HiNa Battery y se empezará a entregar a los primeros clientes desde principios de este mes de enero. También Jiangling Motors –JMC- ha arrancado la producción del JMEV EV3 con una batería de sodio de Farasis Energy y con el apoyo de Ford. En definitiva, China está impulsando ya el desarrollo a marchas forzadas de estas baterías de nueva generación con una química mucho más económica para sus celdas.
CATL, el mayor fabricante mundial de baterías para coches eléctricos en estos momentos, también anunció a mediados de año que la primera marca que usaría sus baterías de sodio sería iCar, de Chery. Se avanzó una autonomía de 251 km bajo el ciclo CLTC, con un paquete de 21,4 kWh, pero no se ha vuelto a saber nada más. Por su parte, Farasis Energy señaló que sus actuales baterías de sodio llegan a 160 Wh/kg, aunque preparan una nueva generación que alcanzará los 180 Wh/kg muy pronto. Y para el año 2026 esperan alcanzar los 200 Wh/kg con baterías de iones de sodio para vehículos eléctricos de bajo coste.