Cuando el fabricante de un coche eléctrico diseña la batería de su vehículo parte sobre la base de celdas. Estas celdas son algo parecido a pilas grandes, por diámetro y longitud, que se conectan entre ellas formando varios módulos. Y estos módulos, que suelen ser rectangulares, se unen también entre ellos para conformar el paquete de batería; es decir, la batería propiamente dicha. Pues bien, este diseño es crítico para evitar que los usuarios de coches eléctricos tengan que afrontar reparaciones de varios miles de euros cuando ocurre algún tipo de avería en la batería.
No se suele hablar de qué pasa si la batería de un coche eléctrico falla antes de tiempo; sin embargo, los fabricantes de automóviles es algo que sí contemplan y tienen en cuenta durante el desarrollo de su nuevo modelo. Los primeros fabricantes que apostaron por coches eléctricos, como es el caso de Nissan y BMW, se encontraron antes que nadie con que es muy poco habitual que una batería falle de manera prematura. Suelen aguantar durante muchos kilómetros, y mucho tiempo, aunque sí que suele darse una predecible pérdida de capacidad de almacenamiento energético que va sucediendo de forma progresiva.
Cómo se diseñan las baterías de los coches eléctricos para que puedan ser reparadas fácilmente
Cuando una marca de coches diseña un nuevo modelo también se diseña cómo se van a reparar sus componentes. La proliferación del coche eléctrico ha llevado a que los fabricantes tengan que diseñar la logística de reparación específica para este tipo de vehículos y, entre otras cosas, la logística de reparación de las baterías. Este diseño modular que comentábamos anteriormente está pensado justamente para eso. Aunque están conectados entre ellos, los módulos son independientes.
En el caso de un Porsche Taycan, por ejemplo, la batería tiene un diseño en el cual se abre la carcasa de una forma relativamente fácil y, al hacerlo, se tiene acceso a 28 ó 33 módulos de batería. Puede tener más o menos módulos en función de si su batería es la de 79,2 kWh de capacidad ó 93,4 kWh de capacidad. Y se cual sea, Porsche tiene un sistema de diagnóstico que puede analizar el voltaje de cada módulo. Si detectan que uno de los módulos tiene un voltaje más bajo de lo debido, entonces el problema está detectado y solo hay que cambiar ese módulo por uno nuevo y volver a ensamblar la batería.
En las imágenes que acompañan a este artículo podemos ver fácilmente cómo son estas baterías reparables. Dentro de la carcasa, efectivamente, hay una serie de módulos de batería independientes, pero conectados entre ellos, y que tienen en su interior un grupo más grande o más pequeño de celdas de batería. Estos son los módulos que, si en algún momento sufren una avería, se pueden sustituir por uno nuevo. Y de este modo no hay que cambiar toda la batería, lo que evidentemente hace todo más fácil y también lo hace más barato.
Son muchos los casos que hemos oído de usuarios de coche eléctrico que han tenido que gastar una fortuna por reparar la batería de su coche eléctrico. Cada vez es menos habitual y más improbable que ocurra esto. Porque los servicios técnicos están más preparados para el vehículo eléctrico, los talleres independientes también, las marcas diseñan mejor la logística de reparación y, efectivamente, las baterías cuentan con diseños fácilmente reparables.