Hace algunos días, para la prueba del BYD Atto 3, decidí salir de viaje hasta Granada, y vuelta partiendo de Madrid, sin planificar absolutamente nada. Ni siquiera cargué el coche antes de salir, y en ningún momento planifiqué en qué puntos de carga iba a parar a lo largo de estos más de 1.000 kilómetros entre la ida, la vuelta y lo que nos movimos por allí. Eso sí, durante la ruta, y a propósito, utilicé cargadores de Iberdrola, IONITY, Zunder y, por supuesto, también Supercharger de Tesla. Y me sorprendió, pero la peor experiencia de todas ellas fue la que tuve con el Supercharger de Tesla.
La parada en el Supercharger de Tesla fue en el trayecto de vuelta a Madrid, y era una parada innecesaria porque podríamos haber apurado mucho más la batería. Es decir, que el porcentaje de carga no era especialmente bajo, y no estaba en el rango óptimo en el que el BYD Atto 3 alcanza su mayor potencia de carga de forma sostenida. Recordemos, por cierto, que estamos hablando de un coche eléctrico que, con su batería Blade compuesta por celdas LFP, soporta una potencia máxima de 88 kW. Y entre otras cosas, se puede cargar del 30% al 80% de su capacidad en unos 30 minutos. Aquí es donde está su rango óptimo de carga, y a una temperatura templada, aunque para mejorar su rendimiento tiene un sistema de climatización por bomba de calor tanto para la batería como para el habitáculo.
Una pésima experiencia con los Supercharger de Tesla, pero hay un motivo por el que la cosa salió tan mal con el BYD Atto 3
Cuando cargué en IONITY, por ejemplo, me encontré con lo típico: el primer cargador tenía un problema técnico y la carga no arrancaba, así que hubo que mover el coche de un punto a otro. Y tuvimos la suerte de que también había otro libre, porque justo se marchaba un SEAT Mii eléctrico. Ahora bien, cuando nos dejaron ese hueco libre, la carga fue perfecta de principio a fin. Estos cargadores soportan hasta 350 kW y entregaron los 88 kW de potencia máxima soportada por el BYD Atto 3 casi de forma constante, aunque a precio de oro. Todo sea dicho.
Frente a los 0,8€/kWh que cuesta el IONITY, que poco sentido tiene pagarlos cuando no alcanzas ni de lejos esos 350 kW de potencia máxima, el Supercharger de Tesla tiene una tarifa mucho mejor de 0,5€/kWh. Aquí, punto positivo a favor de las estaciones de carga para coches eléctricos de Tesla. Eso sí, los problemas empezaron nada más estacionar el vehículo, porque el cable es demasiado corto y tuvimos que meter el coche por encima de la barrera límite del suelo, pegándolo al cargador, para que pudiera llegar.
Este primer problema tiene que ver con que los Supercharger están diseñados para los coches eléctricos de Tesla y, efectivamente, con multitud de coches eléctricos de otros fabricantes el cable, sencillamente, no llega. Y en cualquier caso, un problema relativamente poco importante para el BYD Atto 3 porque, aunque tuvimos que meterlo más allá de lo que está previsto, al menos conseguimos que el cable llegase a la toma de carga del vehículo.
Donde sí tuve una experiencia pésima es en el hecho de que, al empezar la carga, llegó a los 81,3 kW de potencia y parecía que se mantendría ahí. Sin embargo, después de apenas un minuto la potencia se cayó hasta 25 kW. Con 43 ºC de temperatura exterior, que por supuesto no ayudan, pero es que estas mismas condiciones tuvimos con el resto de cargadores de otras compañías y no dieron el mismo problema. Y con un 63% de batería restante, así que la potencia tendría que haber sido muy superior a esos 25 kW que nos hicieron pasar mucho más tiempo del deseable esperando a que la batería se cargase.
Pero tengo la explicación, y seguro que te dejará mucho más tranquilo. Tan solo una semana antes de que yo probase el BYD Atto 3, los Supercharger de Tesla no eran compatibles con este nuevo modelo de coche eléctrico. Y eso es porque BYD está en constante comunicación con las compañías de estaciones de carga para coches eléctricos para optimizar el protocolo de carga. Y una semana después, cuando yo fui a probar uno de ellos, ya sí se podían usar los cargadores de Tesla, aunque con esta baja potencia. Hablé con la marca y me explicaron que, efectivamente, cuando llega un nuevo modelo al mercado, hay que comunicarse con los proveedores y resolver una serie de cuestiones técnicas para que la carga funcione de manera óptima, y es lo que BYD ha hecho tan pronto como el BYD Atto 3 ha llegado a España, y también lo han hecho el resto de sus modelos.
Así que no hay de qué preocuparse porque, aunque en mi viaje de 1.000 km en coche eléctrico tuve una muy mala experiencia con los Supercharger de Tesla, que no se dio con Iberdrola, ni con Zunder, ni con IONITY, es algo que forma parte de los contratiempos de un nuevo coche eléctrico. Pero esto, efectivamente, se resuelve rápidamente y desde BYD ya han hecho lo que corresponde. Afecta a todas las marcas por igual, y al menos ahora sé que BYD ha estado al tanto desde el primer día y se han preocupado de acelerar los trámites en colaboración con Tesla.