Ya hemos visto cómo BYD se ha propuesto ‘matar’ a los diésel apostando por los motores híbridos enchufables, y a estas alturas nadie es ajeno a la potente apuesta que hizo Toyota en su día descartando los motores diésel y lanzándose de lleno a por los híbridos sin enchufe. Pues bien, visto que la adopción de eléctricos es más lenta de lo que muchos fabricantes esperaban, Volkswagen prepara un nuevo motor híbrido que, efectivamente, también se va a convertir en el sustituto de sus mecánicas diésel próximamente.
Recientemente supimos que el próximo Corolla usará tecnología de BYD, así que la parte eléctrica dará un importante paso hacia el frente. Aunque el año pasado el coche más vendido del mundo fue el Tesla Model Y, han sido varios años en los que el Toyota Corolla ha sido el coche más vendido y, efectivamente, hace ya mucho tiempo que dejó atrás los motores diésel, e incluso los gasolina sin electrificación, para apostarlo todo al híbrido sin enchufe. Y ahora hemos podido conocer que Volkswagen imitará sus pasos, y está preparándose para abandonar el diésel empezando por el Golf, y poniendo en su lugar una mecánica híbrida.
Adiós al Volkswagen Golf diésel, un motor híbrido ocupará su lugar
L’argus apunta a que Volkswagen trabaja en una versión híbrida del Golf, una mecánica con la que plantearán una alternativa al diésel actual. Que, evidentemente, se retirará. El objetivo es tan claro como posicionar al Volkswagen Golf como un rival a la altura del Toyota Corolla, que por méritos propios se ha posicionado como el referente del segmento. El motor en cuestión será un híbrido sin enchufe, que se encargará de cubrir el hueco que se mantiene a día de hoy entre las versiones mild hybrid y las configuraciones híbridas enchufables en lo más alto de la gama.
Y aunque de momento sabemos que el Golf híbrido está en desarrollo, evidentemente este motor estará en otros modelos. De hecho, esta nueva mecánica se extenderá a modelos como el T-Roc dentro de la misma marca, y se usará también para modelos de Cupra, Skoda, Audi, etcétera. La idea es que, como grupo automovilístico, dispongan todas sus marcas de un nuevo motor con el que abandonar todas sus versiones diésel de forma progresiva. Es decir, a medida que cada modelo se vaya renovando.
Ahora mismo, uno de los problemas que tiene Volkswagen por delante es que quizá tengan que extender la vida comercial del Golf de octava generación hasta el año 2035. Aunque el Volkswagen ID.3 debió ser su sustituto, ya hemos visto cómo la marca alemana ha ido haciendo evolucionar su plan inicial. Y recientemente dejaron claro que el Golf y el Polo acabarán convirtiéndose en modelos eléctricos, pero manteniendo sus denominaciones comerciales actuales, y no siendo sustituidos por opciones como el ID.2 y el ID.3.
Y todo esto forma parte de que, efectivamente, los eléctricos no están adoptándose tan rápido como Volkswagen, y el resto de marcas, tenían previsto que ocurriera en el mercado europeo. Así que ahora mismo el plan, confirmando que el Golf tendrá una vida más larga de la que a priori debiera, es pasar por un nuevo motor híbrido. De momento no se sabe cuáles son las prestaciones que pretenden ofrecer, pero sí que una de las prioridades es ofrecer el consumo más bajo posible para que sea una alternativa real a lo que ofrecen los diésel actuales.