El coche eléctrico ha llevado a los fabricantes de automóviles a replantearse los sistemas de frenos casi de forma completa, arrancando sobre la base de que este tipo de vehículos cuentan con un sistema de frenada regenerativa que los térmicos no usaban. Precisamente eso es lo que nos ha enseñado que en los coches eléctricos se frena menos. O más bien, se usa menos el freno mecánico convencional.
Por ese motivo, y también porque algunos fabricantes persiguen reducir costes sea como sea, son cada vez más frecuentes los frenos de tambor. La realidad es que, como te digo, en los coches eléctricos se recurre menos al freno mecánico. Y en Mercedes-Benz, precisamente por este motivo, han decidido replantear su sistema de frenos. Y han mostrado al público su sistema In-Drive, que directamente integra los frenos en el motor eléctrico para simplificar la mecánica y lograr algunas mejoras técnicas relevantes.
Así es Mercedes In-Drive, el motor eléctrico que integra los frenos
Se trata de un nuevo sistema que tiene la particularidad de trasladar todo el sistema de frenos al propio motor eléctrico, a su interior. Y de momento desde Mercedes-Benz no se han comprometido a avanzar cuándo o en qué vehículo se estrenará esta tecnología, o cuándo se meterá en producción. Lo que sí han señalado de forma oficial es que ya están llevando a cabo pruebas activas del que ellos mismos denominan ‘el freno del futuro’.
Eso sí, el sistema In-Drive no deja de ser, en realidad, un sistema de frenos basado en la fricción también. Con un disco de freno refrigerado por un sistema de refrigeración líquida que tiene la singularidad de que no está expuesto al aire. Desde Mercedes-Benz, por cierto, ya han aclarado que ahora mismo se está usando agua para la refrigeración, pero se está experimentando con diferentes líquidos en las pruebas que están llevando a cabo.
Lo curioso es que constan de dos discos de freno que están totalmente cerrados y ocultos, y que se ubican a cada lado del motor eléctrico, integrados los dos dentro de la propia carcasa del motor eléctrico. Según las indicaciones que han dado los ingenieros, quieren que haya una gran cantidad de líquido dentro de la unidad para disipar el calor que genera la fricción de los frenos, pero lo que quieren evitar a toda costa es que exista un gran radiador para asistir al sistema.
El 98% del tiempo se utiliza el sistema de frenada regenerativa, dice Mercedes-Benz
Los ingenieros de Mercedes aseguran que en los coches eléctricos el freno mecánico solo hace falta un 2% del tiempo, mientras que en el 98% de las ocasiones lo que se utiliza es el sistema de frenada regenerativa. Esto, por cierto, es lo que explica por qué los eléctricos son tan potentes en comparación con los vehículos gasolina –o diésel- equivalentes. Y es que el motor eléctrico es precisamente lo que se usa para la retención del movimiento, y cuanto más potente sea ese motor, más potente es la frenada regenerativa.
De hecho, según han indicado desde Mercedes-Benz, su EQS actual es capaz de recuperar hasta 290 kW con la frenada regenerativa, y en el nuevo Mercedes CLA 2026, del que ya conocemos algunos detalles, van a ser capaces de llegar hasta los 200 kW. Y eso que estamos hablando de un vehículo de dimensiones mucho más compactas y con un peso mucho más contenido. Pero no, todavía no se va a utilizar esta nueva tecnología In-Drive.
Que, volviendo a ella, desde el equipo de Mercedes-Benz han asegurado que está diseñado para funcionar durante unos 15 años ó 300.000 kilómetros. Y es que, efectivamente, en la mayor parte de las ocasiones se usa la frenada regenerativa en lugar de este freno mecánico. Pero es que además, en los sistemas de freno actuales las pastillas cubren tan solo una pequeña parte del disco de freno, mientras que en el sistema In-Drive la pastilla cubre toda la superficie del disco. Eso significa que se requiere de menos fuerza para lograr la misma efectividad.