En un plazo de solo cuatro meses, el aumento de los costes del gas y de la electricidad han provocado que cargar un coche eléctrico en un cargador público sea un 42% más caro. Esto es algo que sin ningún tipo de duda desincentiva el cambio a un coche eléctrico para aquellos que siguen usando un gasolina, un diésel o un vehículo con motor híbrido. Y además según avisan la cosa todavía podría ir a peor a lo largo de los próximos meses. Si antes ya era más interesante cargar un coche eléctrico en casa que en cargadores públicos, ahora la situación es todavía más prohibitiva cuando se lleva un coche eléctrico a cargar fuera de casa.
Revelan que en estos momentos cargar la batería de 64 kWh de capacidad de almacenamiento energético, de un Kia e-Niro Long Range, cuesta ahora 36 euros desde el 0% hasta el 80% de su capacidad. Antes, sin embargo, tenía un precio de 25,28 euros, y esto viene dado porque el precio del kWh ha subido enormemente desde hace cuatro meses, y todavía más si se compara con el precio que tenía hace un año. A los que más les está afectando este importante problema de la subida de los precios es a los denominados cargadores ultra rápidos, de más de 100 kW.
Cargar un coche eléctrico fuera de casa es cada vez más prohibitivo: un 42% más caro en solo 4 meses
Instavolt, una de las compañías que se están viendo afectadas por este grave problema, ha explicado por qué cargar el coche fuera de casa es mucho más caro que en casa. Los datos vienen de Reino Unido, pero la realidad es que esta situación está siendo muy parecida en España. Señalan que el gobierno comete un grave error gravando con un IVA más alto la carga pública que la carga en el hogar -un 20% los cargadores públicos frente al 5% de la carga doméstica-. Con solo igualar el IVA de uno y otro, los cargadores públicos ya podrían ser bastante más económicos, y por tanto cargar un coche eléctrico fuera de casa sería más barato.
Y desde Osprey recuerdan otro problema importante que está propiciando esta situación. Y es que hay un tope que protege a los usuarios domésticos, pero no existe un tope que proteja a las empresas privadas. Por eso, las empresas están comprando energía más cara que los precios que se están pagando por la energía en el ámbito doméstico. En definitiva, hay medidas a nivel político que están causando que cargar un coche eléctrico sea mucho más caro ahora que hace cuatro meses, pero sobre todo en cargadores públicos.
Considerando que hay muchos usuarios que no tienen posibilidad de cargar su coche eléctrico en casa, y que esta es su única posibilidad, los elevados precios de los cargadores públicos suponen una gran barrera para hacer la transición desde coches gasolina y diésel a coches eléctricos. Y aun así, Europa ya tiene marcada la fecha en su calendario para el año 2030. Si se quieren cumplir los objetivos es evidente que habrá que tomar nuevas medidas que favorezcan al coche eléctrico y a los usuarios de este tipo de vehículos.
Hay algunas empresas que están tratando de aguantar la situación sin subir los precios de sus cargadores públicos, pero la realidad es que a ellos cada vez les resulta más caro conseguir la energía. Y este tipo de instalaciones han conllevado grandes inversiones que se tienen que rentabilizar. Así que las opciones se les van agotando y, poco a poco, es a los conductores de coches eléctricos a quienes se les está repercutiendo con precios desorbitados en comparación con los que pagaban hace menos de medio año.