Mercedes-AMG ya tiene un nuevo integrante en su familia y se trata además del modelo que servirá de acceso al universo AMG, el ilustre preparador que colabora estrechamente con la marca de la estrella. Tomando como base el nuevo Mercedes Clase A, los bávaros lo han potenciado hasta extraer de su propulsor 306 cv además de incluir tracción total y una estética bastante extrema que seguramente tendrá tantos amantes como detractores. El Mercedes-AMG A 35 no busca hacer amigos, y sí apasionados.
Después de los últimos teaser publicados, lo cierto es que no quedaban demasiado detalles estéticos por desvelar pero lo cierto es que ahora, visto en conjunto, hay que dar la enhorabuena a Mercedes-AMG por salirse del tradicionalismo aburrido de los alemanes que tienen la tendencia de lanzar versiones deportivas bastante descafeinadas en cuanto a la estética se refiere.
Cuando vemos un AMG, tiene que saberse inmediatamente delante de qué coche estamos igual que cuando vemos un VAG GTI, un ///M de BMW o un RS de Audi. Curiosamente muchos aficionados renuncian a los radicalismos de los modelos japoneses frente a las a veces anodinos deportivos alemanes cuando, curiosamente, las versiones que más se venden de estos son los Sportline, GT, M Pack, etc. El Mercedes-AMG A 35, en este caso, luce tal y como querríamos.
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Mercedes-AMG A35: agresivo, deportivo y también tecnológico
El nuevo Mercedes-AMG A35 ha querido diferenciarse del Clase A normal y por ello, ha buscado una mayor rigidez en la carrocería para que se pueda extraer todo el potencial del motor de 2.0 litros, doble turbo y 306 cv. Por ello cuenta con elementos adicionales como una placa atornillada bajo el motor así como sendos tirantes que buscan mejorar la rigidez del tren delantero.
De esta forma el motor que utiliza como base el 2.0 litros M260 que ya viene utilizando el Clase A desarrolla los citados 306 cv entre 5.800 y 6.100 vueltas así como un par máximo de 400 Nm que ya está disponible a 3.000 revoluciones.
Asociado a él, un cambio de doble embrague Speedshift DCT AMG 7G, tracción integral con reparto hasta el 50% (puede incluso funcionar como un delantera) y sistema launch control Race Start de serie. Sus cifras no están nada mal: 0 a 100 en 4,7 s, una velocidad máxima limitada a 250 km/h y un cosumo homologado de 7,4 l/100.
La suspensión delantera es tipo McPherson y el eje trasero, de cuatro brazos con amortiguación adaptativa variable en opción. El equipo de frenos consta de discos de 350 mm delante con pinzas de 4 pistones y 330 mm detrás mordidas por un pistón.
Cuenta con multitud de configuraciones, desde los programas de conducción AMG Dynamic Select (Comfort, Sport, Sport+, Calzada resbaladiza e Individual) pasando por cambios en el sonido del escape, respuesta de la dirección, cambio, control de estabilidad, etc.
Exteriormente destaca por los nuevos paragolpes, el splitter delantero, aditamentos laterales para mejorar la carga frontal, llantas de 18 pulgadas, taloneras, difusor, alerón en el techo y escape con dos salidas redondas una a cada lado.
En el interior nos encontramos con un diseño idéntico al del Clase A y su doble pantalla. Curiosamente los asientos no son de cuero sino de polipiel y microfibra Dinámica, con varios detalles en rojo repartidos por el habitáculo. Lógicamente AMG deja su huella con un nuevo modo de visualización en el cuadro de instrumentos en el que el cuentarrevolucioines toma todo el protagonismo, e incluye medidores de temperatura y también de fuerzas G.
Como opción, el Mercedes-AMG A35 de un nuevo sistema de adquisición de datos denominado AMG Track Pace que permite registrar hasta 80 parámetros del coche, casi como si fuese un sistema de telemetría de competición e incorpora los datos de algunos de los circuitos míticos.
El nuevo Mercedes-AMG A35 será mostrado al público en el Salón de París de octubre, momento en el cual también se empezará a poner a la venta.