Un comburente es un compuesto, o una sustancia, que favorece la combustión o incluso la provoca. El comburente se tiene que combinar con algún combustible y en unas condiciones de presión y temperatura específicas. Se conoce también como oxidante porque el objetivo del comburente es oxidar el combustible para facilitar la combustión del mismo.
Qué es un comburente
El comburente recibe también el nombre de oxidante porque su función es oxidar el combustible para hacer posible la combustión. De hecho, en la combustión típica de la gasolina y del gasóleo, en un motor térmico, se hace con un comburente: el oxígeno atmosférico. Este es el comburente que se utiliza con más frecuencia; el aire tiene una proporción de oxígeno del 21%. Y se utiliza porque para conseguir una combustión se necesita una concentración mínima de oxígeno que está entre el 10% y el 15%. Pero ¿qué pasa cuando se tiene que hacer la combustión en un lugar sin oxígeno, o sin la proporción suficiente de oxígeno?
Para que se produzca una combustión no es suficiente con la presencia de combustible y comburente, sino que se necesita de una energía de activación. En el caso del motor térmico de un vehículo, se requiere de una chispa que inflama la mezcla de combustible y comburente, y que se produce mediante las bujías. Por eso, en un coche con motor gasolina es imprescindible el buen funcionamiento de las bujías, en tanto que son las que se encargan de iniciar el proceso de combustión en la cámara de combustión de los cilindros.
A mayor altitud, menos comburente para el motor de tu coche
Cuanta mayor es la altitud, menor es la presencia de oxígeno atmosférico en el aire. Y en tanto que la combustión necesita de una determinada proporción de oxígeno, como comburente, para producirse correctamente, esto quiere decir que la altitud repercute en el funcionamiento de un motor térmico. No obstante, afecta en mayor medida a los motores atmosféricos. Sin embargo, los motores sobrealimentados con sistemas como un turbocompresor se ven menos afectados por este factor.
En el sentido en el que la altitud repercute negativamente a un motor térmico, y especialmente a las mecánicas de tipo atmosférico, es en que la combustión se hace con menos oxígeno y, por eso, es menos eficiente. Lo que nota el conductor es una cierta pérdida de rendimiento. Un motor sobrealimentado con turbocompresor tiene un sistema de admisión forzada que está diseñado para compensar la escasez de presión. Por eso, a diferencia de un motor atmosférico, que trabaja con la presión atmosférica del entorno, no tiene grandes problemas de pérdidas de potencia en la utilización a mayor altitud.