Cuando se habla de vida útil de la batería de un coche eléctrico se habla de una determinada cantidad de ciclos. Un ciclo es una carga y descarga completa de la batería; es decir, llegar hasta el 100% de la carga y volver a bajar al 0%. Pero esto no tiene por qué hacerse de manera directa, sino que se pueden hacer cargas parciales como arrancar al 50%, cargarlo hasta el 100%, descargarlo hasta el 50% y, de nuevo, volver a cargarlo al 100%. Esto también sería un ciclo de carga y descarga completo de la batería de un coche eléctrico.
Qué es un ciclo de carga en la batería de un coche eléctrico
Cada ciclo de carga de la batería se cumple cuando la batería se ha cargado un 100% y descargado un 100%, sin importar cuáles sean los porcentajes de inicio y finalización del proceso. Porque, tal y como comentábamos, se puede hacer una carga completa haciendo el 0% a 100%, y al revés, o se pueden hacer cargas completas con porcentajes distintos. Y todo esto es importante porque conocemos cuál es la vida útil de una batería para coche eléctrico en función de su química, y es lo que se utiliza como referencia para medir la degradación de la batería.
Cuántos ciclos de carga aguanta un coche eléctrico
Se estima que la vida útil de la batería de un coche eléctrico está en torno a los 3.000 ciclos de carga y descarga completos. Las baterías, a partir de una cantidad determinada de ciclos, no es que ‘mueran’ sino que pierden capacidad de almacenamiento energético de una forma significativa. Es decir, que a partir de una cantidad de ocasiones en que hayamos cargado y descargado –por completo- la batería de un coche eléctrico, lo que notaremos es que ofrece cada vez menos autonomía.
Pero la degradación de la batería de un coche eléctrico no tiene que ver solo con la cantidad de veces que se carga, sino también con la forma. La carga rápida es más agresiva y la carga lenta produce menor degradación a largo plazo. Por eso, los fabricantes de automóviles eléctricos recomiendan usar la carga lenta de manera recurrente, y la carga rápida únicamente cuando sea necesario para hacer viajes de largo recorrido.
La carga rápida es más ‘peligrosa’ para la batería de un coche eléctrico por la temperatura que alcanzan las celdas que componen su batería. Por eso, también los meses de verano son peores para la degradación de la batería de un coche eléctrico. Y también por eso cuentan cada vez con tecnologías más sofisticadas para la refrigeración activa de las baterías. Especialmente en coches eléctricos deportivos en los que las temperaturas que puede alcanzar la batería son bastante más elevadas.