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Qué es el ESP y cómo funciona el control de estabilidad

por Javier García Alfaraz
22 diciembre, 2016
en Ayuda

Con el desarrollo de sistemas como el ABS y el control de tracción se empezó a dar pistas sobre lo que sería uno de los mejores sistemas de seguridad activa que encontramos actualmente en nuestros automóviles, el ESP o control de estabilidad.  El ESP de nuestro coche tiene la función de mantener la trayectoria que indica el volante, algo aparentemente simple, pero que implica mucho trabajo cuando las condiciones de adherencia son bajas o la velocidad a la que se aborda una curva es elevada. ¿Cómo funciona esta tecnología?

El sistema se ayuda de otros elementos del automóvil como es el ABS, el control de tracción y en algunos casos de la dirección asistida. Una unidad de control independiente se encarga de recoger datos, gestionarlos y actuar en consecuencia de ellos para mantener la trayectoria de nuestro coche.

El ESP consta de un sensor situado en la columna de dirección que informa a la unidad de control del ángulo de giro del volante. A su vez, otro sensor situado en el centro del vehículo, es el encargado de indicar a la unidad de control el ángulo de giro de la carrocería respecto a su eje vertical. En aviación este factor se llama ángulo de guiñada.

Así actúa el ESP para evitar el subviraje y el sobreviraje

Con un determinado giro de volante se debe corresponder con su equivalente ángulo de guiñada. La unidad de control se encarga de comparar constantemente ambos ángulos y asegurarse de que se corresponden. Cuando el giro del volante y el ángulo de guiñada no se corresponden el sistema entra en funcionamiento.

Imaginemos que el volante indica un giro determinado y el ángulo de guiñada es nulo o muy pequeño. La unidad de control interpreta que el coche está subvirando, o lo que es lo mismo, está deslizando de la parte delantera. En ese momento la unidad de control manda una orden a una bomba de freno capaz de actuar en cada rueda de forma independiente. Inicialmente frena de forma ligera las cuatro ruedas, pero es sobre la rueda trasera interior sobre la que actúa con mayor intensidad. Esto produce un efecto inmediato sobre la trayectoria de nuestro coche, un efecto giroscópico, similar a un vehículo oruga, reorientando la trayectoria sin que haya intervención alguna del conductor. Actúa de forma similar ante el sobreviraje.

La clave para que el sistema actúe con total seguridad es dejarlo trabajar, es decir, no dar volantazos sin ton ni son que vuelvan loco a la unidad de control. Por supuesto es imprescindible mantener los elementos básicos de las suspensión en perfecto estado así como las presiones de nuestros neumáticos.

Etiquetas: Mecánica

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