Los coches eléctricos tienen dos métodos de carga, a través de corriente continua (CC) y a través de corriente alterna (CA). Esto ocurre en todos los vehículos eléctricos, y aunque la energía eléctrica de la red de suministro es siempre corriente alterna, en realidad, las baterías de nuestro coche solo pueden almacenar energía en corriente continua.
La baterías, y eso incluye a las de un coche eléctrico, solo son capaces de almacenar la energía eléctrica en corriente continua. Sin embargo, como comentábamos anteriormente, la energía eléctrica de la red de suministro viene siempre en corriente alterna. Precisamente por eso, muchos dispositivos electrónicos cuentan con un convertidor o adaptador integrado en el propio enchufe, que se encarga de hacer la compatibilidad convirtiendo la alimentación de corriente alterna a corriente continua.
Corriente alterna y corriente continua en coches eléctricos ¿Cuál es la diferencia?
En los coches eléctricos, este convertidor de corriente alterna a continua está instalado en el propio vehículo y se denomina cargador a bordo; se encarga de hacer la transformación y de introducir la energía, de la forma correcta, en la batería del coche eléctrico. En el caso de un cargador de corriente continua, sin embargo, el convertidor está integrado directamente en el propio sistema de carga, y no en el vehículo. Como vemos, por lo tanto, la diferencia entre corriente continua y corriente alterna, en sistemas de carga para vehículos eléctricos, está en dónde se ubica el convertidor de la corriente.
El punto clave está en que un sistema de carga de corriente continua es capaz de introducir la energía eléctrica de forma directa en la batería de nuestro coche eléctrico, y sin necesidad de ningún tipo de cargador a bordo para convertir esta corriente. Son sistemas de carga más grandes, pero también son mucho más rápidos, que es otra diferencia clave entre un sistema de carga y el otro.
Los sistemas de carga por corriente alterna son lentos, lo más habitual es que ronden los 22 kW, y son los que más abundan. Los sistemas de carga de corriente continua son menos abundantes y suelen estar en autopistas y en estaciones de carga públicas. Estos son sistemas más rápidos, pero también tienen un precio más elevado. Y aunque en el ámbito doméstico disponemos de tomas de corriente convencionales, que funcionan por corriente alterna junto al cargador a bordo de nuestro vehículo, los conocidos como wallbox son sistemas de corriente continua más avanzados, y que permiten cargar mucho más rápido.
La infraestructura de cargadores de coches eléctricos está extendiéndose cada vez más a lo largo y ancho de toda España, y lo normal es que las compañías instalen cada vez más sistemas de carga rápida que, evidentemente, son de corriente continua. Este tipo de sistemas de carga requieren de menos tiempo y, por tanto, pueden ser utilizados por más usuarios. Pero, como comentábamos, son más caros para los usuarios. Además, los sistemas de carga rápida son algo más agresivos para las baterías de un coche eléctrico. No es recomendable recurrir siempre a los sistemas de carga rápida para llenar la batería de un vehículo eléctrico.
Las ventajas de usar sistemas de carga de corriente continua en coches eléctricos
Utilizar un cargador de corriente continua (CC) en un coche eléctrico ofrece varias ventajas significativas:
- Carga Rápida: Los cargadores de corriente continua son capaces de proporcionar una carga mucho más rápida en comparación con los cargadores de corriente alterna (CA). Esto significa que se puede recargar la batería de un vehículo eléctrico en un tiempo significativamente menor.
- Mayor Autonomía en Menor Tiempo: La carga rápida de corriente continua permite a los conductores recorrer distancias mayores sin tener que esperar largos periodos de tiempo para recargar la batería.
- Infraestructura de Carga Pública: Cada vez hay más estaciones de carga rápida de corriente continua en lugares públicos, lo que facilita los viajes largos y la integración de vehículos eléctricos en la red de transporte.
- Compatibilidad con Baterías de Mayor Capacidad: Los cargadores de corriente continua están diseñados para ser compatibles con baterías de mayor capacidad, lo que permite cargar vehículos eléctricos con grandes autonomías.
- Facilita Viajes de Larga Distancia: Los cargadores de corriente continua son esenciales para los viajes de larga distancia, ya que permiten a los conductores recargar rápidamente y continuar su trayecto.
- Mejora la Utilidad de los Vehículos Eléctricos Comerciales: Para flotas de vehículos eléctricos utilizados en operaciones comerciales, los cargadores de corriente continua permiten reducir los tiempos de inactividad y aumentar la productividad.
- Versatilidad de la Tecnología: Los cargadores de corriente continua son compatibles con diferentes tipos de conectores, lo que significa que pueden utilizarse en una variedad de vehículos eléctricos, independientemente de la marca o modelo.
- Menor Pérdida de Energía: La carga de corriente continua es más eficiente que la carga de corriente alterna, lo que significa que hay menos pérdida de energía durante el proceso de carga.
En resumen, la utilización de un cargador de corriente continua en un coche eléctrico ofrece ventajas significativas en términos de velocidad de carga, facilidad de uso en viajes de larga distancia y mayor eficiencia energética, lo que contribuye a la popularización y la aceptación de los vehículos eléctricos en todo el mundo.