El desgaste de las ruedas, o más bien de los neumáticos del coche, es algo crítico para la seguridad en la conducción. Pero además, es también importante para pasar la ITV y para evitar una multa –de 200 euros-. Ahora bien ¿cómo saber si las ruedas del coche están gastadas? No es algo subjetivo, sino que se debe cumplir que la profundidad del dibujo sea de al menos 1,6 mm y, por supuesto, no debemos tener cierto tipo de irregularidades en las ruedas.
Para saber si los neumáticos están gastados debemos atender a varias cosas. La fundamental y más sencilla es que la profundidad del dibujo tiene que ser de un mínimo de 1,6 mm. Para comprobar esto, es tan sencillo como coger una moneda de un euro, meterla en uno de los surcos del neumático y comprobar que el aro de la moneda se queda oculto. Si podemos ver la parte del aro de la moneda que está dentro del surco del neumático, entonces tenemos menos de 1,6 mm de profundidad de dibujo y, por tanto, nuestras ruedas están excesivamente gastadas. Es peligroso, no podremos pasar la ITV y nos pueden poner una multa.
El truco del euro
Más allá de lo anterior, también tenemos que revisar y comprobar que el desgaste de las ruedas sea igual en todo el neumático. Si notamos que están más desgastadas por la parte central, esto nos indica que estamos llevando los neumáticos más inflados de lo que debieran. Así que no solo se están gastando más por el centro, sino que además estamos corriendo un mayor riesgo de que acaben reventando mientras estamos conduciendo. Y, sin embargo, si vemos que están más gastadas por los laterales, es posible que los neumáticos estén mal equilibrados o que estemos haciendo una conducción demasiado rápida en curvas.
Otras cuestiones con las que debemos tener cuidado es con las burbujas de aire, por ejemplo, o con los desgarrones en la superficie de los neumáticos. Este tipo de problemas suelen ser provocados por impactos con los bordillos al aparcar, por ejemplo, y representan un riesgo para la conducción. Es posible que nos estemos exponiendo también a que, durante la conducción, nuestras ruedas gastadas, y en mal estado, acaben reventando.
Aunque los neumáticos no tienen una fecha de caducidad como tal, el paso del tiempo también hace que dejen de estar en correcto estado. Progresivamente van perdiendo propiedades, así que si tienen demasiados años, aunque nuestras ruedas no estén gastadas físicamente, es posible que debamos cambiar los neumáticos. En cualquier caso, si te quieres quedar más tranquilo pueden revisarte el estado de los neumáticos en un taller.