En estos momentos, la mayoría de los coches eléctricos funcionan a un voltaje de 400 V. Sin embargo, ya han empezado a llegar modelos con 800 V como el Porsche Taycan o el Hyundai IONIQ 5, entre algunos otros, y que ofrecen varias ventajas. Un voltaje más alto en un coche eléctrico se traduce en la capacidad de utilizar sistemas de carga más rápidos, pero también en un sistema eléctrico más eficiente. Resumido, un coche eléctrico con arquitectura de 800 V carga más rápido y ofrece más autonomía, pero ¿por qué es así?
En un coche eléctrico con arquitectura de 800 V se logra una mayor retención de energía, que normalmente se pierde por el calor que se genera durante el proceso de carga de la batería. Gracias a un sistema con voltaje más elevado se puede usar una corriente más baja durante la carga de la batería, de modo que se reduzca el exceso de temperatura y el sistema pueda ofrecer una mejor retención de la energía. Así es como se consigue una autonomía más larga. Este tipo de sistemas son clave para reducir el peso de los coches eléctricos de una manera notable.
Por qué son mejor 800 V en un coche eléctrico que los típicos sistemas de 400 V
Lo normal es que el voltaje de un coche eléctrico sea de 400 V, es la tecnología más extendida. Un mayor voltaje permite reducir la cantidad de cobre utilizado para poder reducir el peso del vehículo eléctrico. ¿Por qué? Porque los motores eléctricos de mayor voltaje necesitan de una menor cantidad de cobre para ofrecer un rendimiento incluso superior.
Tensiones más altas significan menos corriente, y menos corriente quiere decir que se necesita menos cobre en la unidad motriz. Al reducir la cantidad de cobre empleado, lo que se consigue es un menor peso para el vehículo. Y ya sabemos que el peso afecta de forma directa a la eficiencia de un coche eléctrico permitiendo conseguir más autonomía manteniendo el resto de características sin variaciones.
Con una arquitectura de 800 V, los coches eléctricos pueden contar con motores que giren a hasta 20.000 rpm, el doble que un motor típico de 400 V. Este tipo de motores convierten la energía eléctrica en energía mecánica a esta velocidad y no con un elevado par. Lo habitual es que el tamaño de un motor eléctrico esté definido por su capacidad de par; así que este cambio hace que en un coche eléctrico con arquitectura de 800 V se resuelva el problema del par y, por lo tanto, podamos tener motores mucho más pequeños. Tanto es así que hay motores eléctricos para vehículos con arquitectura de 800 V de tan solo 25 kg. De nuevo, esto significa también reducir, y de forma muy destacable, el peso de un coche eléctrico de 800 V frente a uno de 400 V.
Si se pueden instalar motores más pequeños, en un vehículo eléctrico con arquitectura de 800 V se puede conseguir, por lo tanto, más espacio aprovechable para las baterías. De nuevo, gracias a esto mismo, se puede lograr en vehículos con esta arquitectura del sistema eléctrico con más autonomía. Y en cuanto a los sistemas de carga de la batería, Hyundai ya ha demostrado –junto con KIA- que un eléctrico de 800 V puede llegar hasta los 350 kW. Los sistemas de carga tienen mucha más capacidad de potencia, y eso significa tiempos de carga más cortos para una misma cantidad de energía cargada en la batería.