Fuera del sistema de ayudas que mantienen en Francia y que sigue un modelo parecido al Plan MOVES III que tenemos aquí, en España, con un importe de hasta 7.000€ de bonificación, el país vecino estrenó este mismo año 2024 un nuevo leasing social todavía más interesante. Una ayuda diseñada específicamente para familias con bajos ingresos que, durante un breve período de tiempo, ha permitido disponer de un coche eléctrico por solo 100€ al mes. No ha llegado siquiera a mediados de febrero y la ayuda se ha suspendido, previsiblemente hasta el próximo año 2025, dejando claras varias cosas que el resto de países europeos deberían aprender.
Los medios locales han informado al respecto señalando que ya se han aprobado unas 50.000 ayudas bajo este programa, con contratos de arrendamiento con condiciones especiales para personas con bajos ingresos. Se tenían presupuestados para todo el año en torno a 20.000 ó 25.000 vehículos y, sin embargo, se ha alcanzado una cifra récord. Es por eso que se ha suspendido de forma temporal el programa y no se reanudará de nuevo hasta finales del año 2024, ya para entrar en vigor nuevamente en el año 2025. Vamos, que esta ayuda para la adquisición de coches eléctricos en la modalidad de leasing ha muerto de éxito demostrando, una vez más, que no hay incentivos suficientes para cubrir la creciente demanda de coches eléctricos a precios accesibles en el mercado europeo.
La mayor ayuda al coche eléctrico le ha durado a Francia menos de un mes y medio, un leasing por 100 euros al mes
Esta ayuda lanzada en Francia a principios de año permitía disponer de un coche eléctrico por 100 ó 150 eros al mes, la primera cantidad correspondiente a vehículos urbanos y la segunda para vehículos familiares. Una de las condiciones era que los solicitantes tuvieran unos ingresos anuales inferiores a 15.400 euros, y otra es que el solicitante viajase al menos 8.000 km anuales por motivos laborales o que su lugar de trabajo estuviese a más de 15 km de distancia. Condiciones que, desde luego, de lanzarse aquí en España una ayuda parecida, también cumpliría una buena parte de la población.
Según Reuters aunque esta ayuda se podría haber lanzado antes, se esperó hasta principios de este año porque los fabricantes franceses, hasta este momento, ‘no estaban preparados con suficientes vehículos que se pudieran acoger al incentivo’. Y es verdad que, aunque esta fuerte ayuda se ha agotado en tiempo récord, en Francia se mantienen algunos otros inventivos para la compra de coches eléctricos. Uno de ellos, el bono medioambiental que, como te iba comentando, puede alcanzar los 7.000 euros de importe máximo con independencia de los ingresos anuales, y que efectivamente sigue un modelo similar al Plan MOVES III de España.
Pero en Francia han modificado este bono con algunas condiciones clave para tratar de dejar fuera a los coches chinos de manera indirecta. Tanto para su ayuda de 5.000 euros, como para la máxima de 7.000 euros, vinculan la solicitud a las emisiones de CO2 procedentes de la producción tanto de los vehículos como de sus baterías. Esta ayuda contempla una serie de condiciones relacionadas con el peso, el origen del vehículo y la batería, los materiales usados y las rutas de transporte, entre otros, que hacen casi imposible que los coches chinos puedan cumplir con los criterios. Aunque las marcas chinas ya están preparándose para este tipo de políticas proteccionistas desarrollando sus propias plantas de producción de coches eléctricos directamente en suelo europeo.
Y además de estas novedades que se implementaron en Francia entre finales del pasado año y comienzos de este mismo, también se han puesto mucho más duros con los coches más contaminantes. El que sería su impuesto de matriculación contempla castigos de hasta 60.000 euros. Por eso, hace solo unos días hablábamos de que allí, en Francia, el Toyota GR Yaris cuesta más de 100.000 euros. Pero vamos, que sus políticas no están adecuándose en la medida en que deberían, porque su intento de vetar a los coches chino ya supuso la cancelación de la ayuda al Dacia Spring, que es del Grupo Renault, y ahora se les ha agotado de forma prematura la única ayuda al coche eléctrico ideada de forma específica para quienes tienen un menor poder económico.