Si se ha mantenido durante 8 años en el mercado sin modificación alguna, por algo es. Aunque ha llegado su relevo como un facelift exterior con sutiles modificaciones interiores, el icono italiano aún está disponible en su versión anterior, y hasta que deje de estarlo lo encontraremos con interesantes descuentos y promociones. La unidad que hemos probado es el Fiat 500 Color Therapy 69 cv, la opción más ajustada a todos los niveles.
El motor atmosférico de 1.2 litros lleva montándose desde hace muchos años en los urbanos de Fiat, y lo comparte con el Panda. Los dos exitosos modelos ofrecen este motor como entrada en la gama para ciudad, pero ha sido mejorado notablemente con respecto a lanzamientos anteriores, como el Fiat Panda modelo 2003. Y eso es lo primero que sorprende, que la relación de marchas está configurada para dar a este motor mucho más brío del que se espera en un urbano económico, especialmente a altas revoluciones, donde es capaz de mostrar una respuesta y resolución realmente interesantes.
Consumos ajustados, como hemos podido comprobar, que rondan los 5,5 litros a los cien en ciudad y carretera cuando no exigimos demasiado al motor en aceleración y nos mantenemos en 110 ó 120 km/h en autopista. Ahora bien, en carretera podemos bajar hasta los 5 litros a los cien dejando el pie en este límite, el máximo de 120 km/h. Pero si vas a exigir más al motor, como acelerar con más fuerza o circular a 140 ó 150 km/h, nuestra experiencia nos dice que vas a subir hasta los 7,6 litros a los cien, un consumo muy elevado teniendo en cuenta que hemos llenado el depósito con sólo 37 euros desde la reserva.
Este motor, que evidentemente es más que suficiente para ciudad y algo corto para salir a hacer largas distancias en autopista, no sería nada sin la dura suspensión Fiat 500, que nos permite disfrutar de una conducción con aplomo y estabilidad incluso a velocidades superiores para las que está diseñado el pequeño modelo. En este punto, sorprende por ser bastante más estable que el Fiat Panda, además de que ofrece una dirección muy precisa en curva. Sin duda, la conducción con el Fiat 500 es cómoda, y más aún con el botón City que disminuye la dureza de la dirección para maniobrar y aparcar.
Pero cuando entramos en el Fiat 500 nos encontramos con un pequeño habitáculo diseñado para dos adultos y dos niños. Y es que, si piensas utilizar el coche para llevar a cuatro o cinco adultos, vas a tener serios problemas porque las plazas traseras son enanas, además de que sólo contamos con tres puertas que lo hacen algo más incómodo para acceder a las plazas posteriores. Por otro lado, maletero pequeño en el que apenas vamos a poder meter la maleta de dos adultos para un fin de semana, y es que la curva exterior del Fiat 500 en la parte trasera es encantadora, pero reduce el espacio disponible a la mínima expresión.
En cuanto a los materiales, volvemos a tener plásticos duros y brillantes que otorgan un aspecto juvenil al Fiat 500, y retoman la estética del clásico. Ahora bien, la calidad no es sino la de un urbano económico, aunque sin quejas posibles puesto que lucen un buen aspecto y el tacto no es en absoluto malo. Lo que sí es evidente es que no nos hemos montado en un coche de gama alta, y vamos a disfrutar por lo que hemos pagado, sin grandes alardes.
Lo mejor del Fiat 500
El motor del Color Therapy es un 1.2 litros de sólo 69 cv de potencia, y con cambio manual de cinco velocidades. Aunque esperas poco de un coche de ciudad con este motor, lo cierto es que se desenvuelve con soltura en autopista, donde no deja de ser algo torpe en comparación con modelos superiores, pero se mantiene sin problema a 120 km/h con inclinaciones en la carretera y nos permite dar algo más de gas. Ahora bien, lo que nos ha sorprendido especialmente es la capacidad de recuperación de este pequeño motor.
Y sin duda, de nada nos serviría un coche ágil de motor sin una suspensión de la dureza que nos ofrece el Fiat 500. En versiones superiores del modelo encontramos mayor estabilidad aún, pero el Fiat 500 es ligeramente más estable que un Panda de idénticas características. Además, como ya sabéis, el botón City regula la dureza de dirección para permitirnos maniobrar con mayor facilidad.
Lo peor del Fiat 500
No es algo que sorprenda, pero no deja de ser un punto en su contra el hecho de que tenga un habitáculo tan reducido. Si queremos disfrutar de una posición de conducción cómoda, apenas queda espacio detrás del conductor y copiloto para llevar a dos pasajeros. Y donde más vamos a notar las reducidas dimensiones es en el casi inexistente maletero. Por otro lado, se echan en falta más guanteras donde dejar el móvil mientras estamos conduciendo, por ejemplo.