Hasta ahora todo el escándalo de Volkswagen (pincha aquí para conocer todas las noticias sobre el tema) se está centrando en una exhaustiva investigación sobre qué motores son los que están afectados por el software mentiroso y en qué modelos se han montado, para, en segundo lugar dar una solución a los clientes afectados. Por último, evidentemente se intuye que habrá repercusiones de cara a los estamentos gubernamentales, por ejemplo, en España Seat debería devolver el dinero de los plan PIVE, ya que favorecían la compra de determinados modelos en base a sus emisiones.
Lo cierto es que todos nos imaginamos que algún tipo de sanción económica acabará teniendo Volkswagen, ya que a fin de cuentas, lo que ha hecho es un fraude, tanto a nivel de normas anticontaminación como a nivel económico al beneficiarse de ayudas, tanto en la compra como es el caso del Plan PIVE, como al pagar un porcentaje reducido por la matriculación de sus modelos.
Eso si, hasta ahora eran suposiciones, ya que siempre se hablaba de que iban a tener que solucionar el problema en las unidades afectadas, y lo único seguro era la bajada en bolsa que están sufriendo sus acciones. Por el momento ningún gobierno de ningún país había afirmado que iba a optar por sancionar económicamente a la marca alemana, o al menos, así ocurría hasta ahora.
Y es que Volkswagen podría tener que hacer frente a una sanción multimillonaria en Australia si resulta que han utilizado un software mentiroso en los modelos vendidos allí. La Comisión Australiana de la Competencia y del Consumidor (ACCC) está investigando al grupo Volkswagen y el posible uso de «sistemas de desactivación».
En palabras del presidente de la ACCC, Rod Sims, el uso de este tipo de dispositivos está específicamente prohíbido por las reglas de diseño de Australia, que vienen recogidas en la Ley del Consumidor de Australia. Además, añade que la compra de un coche es una decisión muy importante, y que los vehículos respetuosos con el medio ambiente por sus bajas emisiones o que son muy eficientes con el combustible suelen ser los preferidos por los usuarios.
Ante estas afirmaciones, queda claro que de confirmarse el uso del software mentiroso en Australia, a Volkswagen le tocaría pagar una importante suma de dinero. El problema es que desde Volkswagen Australia siguen sin dar una información precisa al gobierno sobre si los coches vendidos allí entran dentro de los afectados por el «dieselgate».
Fuente: worldcarfans