Ya en septiembre conocimos los planes de Volkswagen de cerrar varias fábricas, algo que hasta el día de hoy no ha ocurrido nunca en la historia de la marca. La crisis de la compañía alemana es cada vez más evidente y, en realidad, en ningún momento han tratado de ocultarla. Su propio director financiero aseguró que tienen uno o dos años para salvar su marca principal. Ahora conocemos más detalles, y no solo planean cerrar tres fábricas sino además tienen previsto también eliminar miles de puestos de trabajo.
Cerrar varias fábricas y fuertes recortes de empleo
Euronews detalla que el grupo automovilístico alemán tiene previsto el cierre de tres fábricas alemanas y además la eliminación de miles de puestos de trabajo. La compañía, según apuntan, no solo planea cerrar varias de sus plantas de producción, por primera vez en la historia, sino que además también habrían diseñado un plan para reducir el tamaño de sus plantas restantes y además contraer los salarios para quienes se mantendrán en la empresa. Hablan de una reducción de salarios en un 10%.

Volkswagen está enfrentándose a una fuerte pérdida de demanda en el mercado chino y una contracción de la oferta también en el mercado europeo. La compañía está teniendo importantes problemas con la transición al coche eléctrico a nivel global. Según este último informe, la compañía está diseñando un fuerte plan de reducción de costes que pasaría por congelar los salarios durante dos años a partir de 2025, y por eliminar además la bonificación mensual de 167 euros por negociación colectiva, entre algunos otros incentivos.
Recientemente la compañía inició una ofensiva bajando el precio del Volkswagen ID.3, entre otros modelos, pero hacer su oferta más atractiva no está siendo ni será suficiente. Si finalmente se llevan a cabo estos cierres de fábricas, como te comentaba anteriormente, será la primera vez en los 87 años de historia de la marca en que se cierra una planta de producción en Alemania. A día de hoy, la compañía mantiene activas 10 plantas de producción y una plantilla de aproximadamente 300.000 trabajadores. Los sindicatos ya están pidiendo que se les comunique con claridad el impacto a largo plazo de estas decisiones.

Volkswagen no es la única con problemas por el coche eléctrico
Todas las marcas tradicionales occidentales, a excepción de algunas concretas, están perdiendo cuota de mercado en China a un ritmo preocupantemente acelerado. Los fabricantes asiáticos están tomando el dominio del país a medida que allí los precios bajan y es fundamental mantener unos costes de producción contenidos. Siendo ellos quienes dominan la cadena de producción de las baterías, que son el componente más caro de un vehículo eléctrico, la ventaja competitiva con la que juegan en su propio terreno de juego es evidente.
Los fabricantes tradicionales no han tenido capacidad a lo largo de los últimos años de tomar las riendas de la cadena de producción de baterías y de otros componentes críticos relacionados con los nuevos sistemas motrices eléctricos. La dependencia que mantienen de proveedores chinos es uno de los factores clave que han propiciado este tipo de situaciones. Pero además, las políticas en Europa han dificultado el avance de las propias marcas del Viejo Continente, y la demanda de eléctricos se esperaba que fuese más fuerte a estas alturas.

