En los comienzos de los coches eléctricos se creía que las baterías podrían dar problemas de fiabilidad o que, sencillamente, podrían tener una vida útil más limitada que la que pudiera ofrecer el motor de un coche gasolina, o diésel. Sin embargo, hay vehículos eléctricos que ya llevan años rodando por nuestras carreteras, y que empiezan a demostrar que no es así, sino más bien al contrario. El caso que nos ocupa, un Tesla Model S del año 2018, es un claro ejemplo de ello con más de 664.000 km en su odómetro –413.000 millas- y manteniendo su batería original de fábrica.
El Tesla Model S de 2018 del que te estoy hablando es de Nigel Raynard, un australiano que ha explicado en ‘The Fully Charged Show’ que suele hacer unos 564 km cada día. Desde que lo compró, y hasta que hizo algo más de 644.000 km, explica que ha mantenido la batería original de fábrica de su coche eléctrico. Y eso sí, a día de hoy tiene una batería nueva que se cambió cuando el coche empezó a dar mensajes de error. Lo que él pudo notar es que se quedaba sin potencia cuando todavía le marcaba una autonomía restante de unos 48 kilómetros.
Sólo quiso aprovechar la garantía de Tesla cuando estaba a tiempo
Explica que, cuando se cambió la batería de su Tesla Model S, el coche seguía funcionando bien a excepción de lo descrito justo antes. Pero quiso aprovechar la garantía que da Tesla sobre la batería de su vehículo. Que era de ocho años con kilometraje ilimitado, algo que ha ido cambiando a lo largo del tiempo para otros compradores. Así que, en conversaciones con Tesla, le dijeron que podía poner una batería reacondicionada. Y sin embargo, lo que hicieron finalmente es ponerle una batería totalmente nueva y más grande, de 90 kWh de capacidad de almacenamiento energético cuando la suya original era de 75 kWh.
Y esto no es lo único interesante, sino que además hay que tener muy en cuenta que no fue especialmente cuidadoso con la batería. Es decir, que aunque también suele cargar su coche eléctrico en casa, es muy frecuente que haga uso de los sistemas de carga rápida en corriente continua. Y no solo eso, sino que además detalla que siempre la carga al 100% de la capacidad, y la suele hacer funcionar hasta un estado de carga muy bajo. Y es algo que destaco porque, como ya sabemos, esto acentúa la degradación de las baterías de los vehículos eléctricos, específicamente de los que usan baterías NCM.
También hay que decir que está por encima de la media. Es decir, que aunque en los Tesla Model S se han registrado unidades con un kilometraje muy elevado, esta unidad del año 2018 está algo por encima de lo habitual. Hay constancia de un Tesla Model S P85 del año 2014 con más de 2 millones de kilómetros recorridos, pero esta unidad ya va por la cuarta batería. Vamos, que es una unidad que ha hecho una media aproximada de 480.000 kilómetros por cada batería.
Y también quiero hacer una reflexión importante sobre esto. Y es que hablamos de una unidad de 2014, y de otra unidad de 2018, que utilizan en ambos casos tecnologías obsoletas que no son las que se están usando a día de hoy. Aunque parezca que ha pasado poco tiempo, en realidad desde esos años se han desarrollado baterías notablemente mejores, así como mejores sistemas de refrigeración y BMS más avanzados. Es decir, que salvo sorpresa los modelos nuevos deberían aguantar aún más kilómetros. Es algo que iremos viendo.