Tesla tiene graves problemas con las celdas 4680, el ‘electrodo seco’ les trae de cabeza

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Tesla está teniendo problemas con sus nuevas celdas 4680, el innovador electrodo seco de las mismas se ha identificado como uno de los mayores cuellos de botella para su tecnología. La adquisición de Maxwell les dio esta importante ventaja técnica que reduce los costes de producción de forma muy significativa. Sin embargo, parece que no dan con la tecla para que esta tecnología funcione en la cadena de producción como les gustaría, y han tenido que hacer un fichaje de última hora con la intención de resolver de una vez por todas esta problemática.

Las celdas 4680 se presentaron por primera vez en sociedad en el año 2020 y, efectivamente, una de las particularidades técnicas que tienen estas celdas para sus nuevas baterías es el ‘electrodo seco’. Esta tecnología se la quedaron, por decirlo de algún modo, al comprar Maxwell. Básicamente es una tecnología de recubrimiento seco de los electrodos que se basa en una película en polvo. Es algo mucho menos complejo que el proceso húmedo habitual para la fabricación de un electrodo, y requiere de menos maquinaria. Pero esta tecnología está dando importantes problemas a Tesla y no están siendo capaces de escalarla a una producción masiva.

El ‘electrodo seco’ de las celdas 4680 de Tesla sigue dando guerra, pero parece que han encontrado un fichaje clave para resolverlo

La compañía encabezada por Elon Musk ha contratado a un experto en fabricación de baterías para terminar de desarrollar esta tecnología de electrodo seco, de modo que rompan con el cuello de botella que les está afectando y puedan aumentar la producción de forma significativa. Se trata de Matt Tyler, ingeniero mecánico por la Escuela de Ingeniería de Milwaukee, y con más de una década de experiencia en el desarrollo de celdas de batería. Ha trabajado, por ejemplo, en la empresa 24M asentada en Cambridge, y allí se ha dedicado a los electrodos semisólidos para baterías de iones de litio.

Estos electrodos semisólidos en los que ha estado trabajando anteriormente son electrodos que no usan aglutinante, sino electrolitos con materiales activos para formar una suspensión parecida a la arcilla. Esta suspensión permite crear electrodos gruesos con menos volumen, masa y coste, y al mismo tiempo se simplifica la producción. Vamos, que es en realidad una tecnología bastante parecida a la que tiene Tesla en sus celdas 4680, pero la cual no termina de depurar para que se pueda producir en el volumen en el que pretenden producirla.

Ahora, Matt Tyler es director de desarrollo de electrodos secos en Tesla, y tiene el objetivo de acelerar el proceso de producción de estas celdas 4680 que son tan importantes para Tesla y la gama de coches eléctricos del fabricante norteamericano. No solo porque dan unas mejores prestaciones a los coches eléctricos de Tesla, sino porque también permiten una importante reducción de costes de producción. Esto, en definitiva, es lo que da a Tesla la posibilidad de aprovechar unos mayores márgenes de beneficios unitarios por vehículo matriculado o, sencillamente, precios más competitivos en el mercado de coches eléctricos que los de sus rivales.

Las celdas 4680 deberían ser para Tesla una importante ventaja competitiva, pero el problema con el que se está encontrando la compañía es que no son capaces de escalar su producción. Y a medida que va pasando el tiempo, como es evidente, sus rivales y compañías especializadas en la fabricación de baterías para coches eléctricos reducen las distancias técnicas con respecto a esta novedosa celda de batería exclusiva de Tesla. Así que es crítico que Tesla consiga depurar su producción, para lo que acaban de hacer este importante fichaje. Seguro que no tardaremos demasiado tiempo en recibir noticias de parte de la compañía de Elon Musk informando de que ya se han resuelto los contratiempos en su proceso de producción.