Las baterías de sodio están convirtiéndose en la tendencia clave en los últimos meses en el entorno de los coches eléctricos, y eso es porque son mucho más baratas que las baterías NCM y las LFP. Ofrecen una gran vida útil y además tienen un funcionamiento mejor a bajas temperaturas, pero también tienen sus propios problemas y el más importante está en su baja densidad energética. Eso es lo que condiciona que vayan a utilizarse únicamente en coches eléctricos baratos de segmentos de acceso con una autonomía no muy holgada. Aún así, Stellantis ha apostado de lleno por ellas porque es su oportunidad para hacer frente a las marcas chinas.
Y Stellantis no es la única que está apostando por las baterías de sodio, sino que Renault y Volkswagen también están invirtiendo recursos en esta tecnología para empezar a usarla muy pronto en algunos de sus nuevos coches eléctricos. Volkswagen ya usa estas baterías en China, y Renault se espera que las estrene con modelos de Dacia como la próxima generación del Dacia Sandero o alguna nueva versión del Dacia Spring. Mientras tanto, en lo que respecta a Stellantis, lo lógico sería que usen las baterías de sodio para modelos de Citroën y FIAT, que son sus dos marcas que apuntan a precios más bajos que el resto de sus opciones.
Stellantis invierte en las baterías de sodio de Tiamat, hasta 180 Wh/kg de densidad energética y 5.000 ciclos de carga y descarga
A través de Stellantis Ventures, su fondo de capital riesgo, el grupo automovilístico ha llevado a cabo una inversión en Tiamat con el foco puesto en su tecnología de baterías de sodio. Que, por cierto, ya se están usando a día de hoy aunque en herramientas de bricolaje. Y eso es porque su primera generación solo llega a 120 Wh/kg de densidad energética a nivel de celda; sin embargo, la segunda generación está en camino, para coches eléctricos, y podría alcanzar hasta los 180 Wh/kg de densidad energética gravimétrica. Una cifra bastante más interesante, desde luego.
En el comunicado oficial en el que han dado a conocer esta importante inversión, que ayudará al grupo automovilístico a ser competitivo frente a las nuevas marcas chinas que están inundando Europa, explican que esta tecnología es más rentable que las baterías de litio que se están utilizando a día de hoy. Además facilitan algunos datos clave como que, efectivamente, la tecnología en la que trabaja Tiamat para coches eléctricos dará entre 140 Wh/kg y 180 Wh/kg en una sustancial mejora con respecto a las celdas que ya tienen en producción. Y esto, además, con una mayor vida útil que la que habían conseguido hasta ahora.
El objetivo de esta inversión es utilizar los fondos de la ronda de financiación, de la que Stellantis Ventures se ha hecho protagonista, para construir una fábrica de baterías en Francia. Los datos que han facilitado de momento apuntan a la destacable densidad energética de la que te hablaba antes y, además, con un alto nivel de seguridad y una gran vida útil. En concreto hablan de más de 5.000 ciclos de carga y descarga sin una degradación significativa. Y por supuesto, esta no es la única tecnología a la que está dedicando recursos Stellantis para sus próximos coches eléctricos, pero sí es la tecnología clave para los coches eléctricos baratos que empezarán a llegar pronto, precedidos por el Citroën ë-C3 y el FIAT Pandina este mismo año.
La otra tecnología a la que también están dedicando recursos son las baterías de estado sólido, que tienen justo el enfoque contrario. Esta tecnología será más cara que las baterías actuales cuando se lance inicialmente al mercado, pero promete una densidad energética muy superior, además de potencias de carga mayores y otras ventajas como su alta vida útil. En estos momentos, la mayor parte de fabricantes de automóviles eléctricos están centrados en las baterías de sodio; de hecho, BYD está construyendo una fábrica con 30 GWh de capacidad de producción anual que debería arrancar sus operaciones en un año, o un año y medio, aproximadamente.