¿Qué importa más en un eléctrico, la autonomía o la velocidad de carga? Esta es mi experiencia

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A día de hoy no tengo un coche eléctrico, pero soy probador de coches y constantemente estoy usándolos. Además, los utilizo en trayectos urbanos y también hago siempre al menos un viaje entre Alicante y Madrid, y viceversa. Por otro lado te diré que yo no tengo cargador en casa, porque vivo de alquiler, así que desde luego que mis condiciones no son las idóneas. Pues bien, sabiendo todo esto quería contarte, en base a mi experiencia, y a la hora de plantearse la compra de un coche eléctrico, qué es más importante ¿la autonomía, o la velocidad de carga?

Yo lo tengo bastante claro, que el día que vaya a comprarme un coche eléctrico, para lo que todavía me queda algún tiempo por delante, quiero que cumpla varios requisitos. Ya veremos qué me acabo comprando cuando llegue el momento, pero lo que me gustaría es que cargue a 100 kW como mínimo y que tenga una autonomía de no menos de 350 kilómetros.

No te creas la ficha técnica de los coches eléctricos, la potencia y la autonomía son ‘máximos teóricos’ y no cifras reales

Antes de ahondar en todo esto quiero que te quede claro que las fichas técnicas de los vehículos eléctricos son bastante tramposas. Seguro que recordarás a la perfección, de los coches gasolina y diésel, que cuando la ficha técnica decía una cifra de consumo medio en homologación había que sumarle 1 L/100 km como poco ¿Verdad? Pues en los coches eléctricos pasa algo parecido, aunque en relación con la autonomía y con la potencia máxima de carga.

Si en la ficha técnica de un coche eléctrico te dice que puede cargar a 100 kW de potencia máxima en corriente continua, esa cifra es un máximo teórico que únicamente se alcanzará bajo ciertas circunstancias. Cada coche eléctrico, en función de la tecnología de su batería y de otros componentes vinculados, tiene su propia curva de carga. Es decir, hay vehículos que empiezan a cargarse a 80 kW, alcanzan 100 kW durante algún tiempo y luego bajan a tan solo 50 kW, y hay otros que se comportan de forma distinta. Puedes calcular cuánto tarda en cargar un eléctrico usando estos valores de la ficha técnica, pero en el uso real la velocidad será menor.

Hay condicionantes como la temperatura ambiental, la temperatura de la batería, el estado de carga o, sencillamente, el rendimiento del propio cargador, que limitan esta potencia máxima teórica en todas las circunstancias. Por eso, en relación a la potencia máxima de carga, siempre hay que considerar que exista una cierta holgura. Es una pequeña exageración, pero si quieres poder cargar a 100 kW de forma sostenida, más vale que busques un vehículo eléctrico que soporte 150 kW, de modo que haya margen de diferencia.

Y en lo que respecta a la autonomía, hay que considerar que la autonomía homologada en ciclo WLTP, que es la que aparece en la ficha técnica de los coches eléctricos, tampoco es realista al cien por cien. Dependerá también de la temperatura ambiental, del peso cargado en el vehículo, de la velocidad de circulación, del estilo de conducción y de la propia orografía de nuestros trayectos, la autonomía real que podrá hacer el vehículo. Sea como fuere, ten en cuenta siempre que la autonomía en uso urbano será mayorincluso que la homologada- y, sin embargo, en autopista descenderá de una forma muy notable.

Entonces ¿es más importante la autonomía o la velocidad de carga de un coche eléctrico?

En la situación en la que más condicionado te vas a ver es en la circulación en autopista; es decir, en los viajes. Es cuando más consume el coche eléctrico, cuando más autonomía necesitamos, y cuando disponemos de menos tiempo, por decirlo de algún modo. Y el objetivo mínimo a cumplir debería estar en torno a las dos horas de conducción o alrededor de 200 kilómetros entre cada parada.

Precisamente por esto, sí, la autonomía es un dato crítico y lo más recomendable –salvo que vayamos a usarlo por ciudad, o de segundo coche-, es que nuestro eléctrico sea capaz de hacer al menos 200 km entre paradas a recargar. Es prácticamente un requisito, y para cumplir con esto yo te recomendaría que busques un vehículo eléctrico que homologue no menos de 300 km. De hecho, yo personalmente me inclinaría por un modelo que anuncie al menos 350 kilómetros, por contar con algo de margen.

A partir de aquí, un vehículo eléctrico nos va a permitir, efectivamente, hacer al menos 200 kilómetros entre cada parada en nuestros viajes. Pero ahora la cuestión a tener en cuenta es que las paradas sean breves. Y aquí es donde, efectivamente, entra en juego la potencia de carga. Nos importa poco que el vehículo tenga 350 ó 500 km de autonomía si, a fin de cuentas, vamos a parar cada 2 horas ó 200 km. Eso sí, seguro que nos será relevante el tiempo de cada parada y, como te digo, esto viene condicionado por la potencia de carga que soporte el vehículo –y que el punto de carga nos pueda ofrecer-.

Llegados a este punto, personalmente buscaría entre eléctricos que carguen a 100 kW como muy poco, y preferiblemente que alcancen o incluso superen los 150 kW de potencia de carga máxima. En estos años probando coches eléctricos he tenido la oportunidad de viajar mucho con ellos, y no es lo mismo parar a comprar un café, pasar por el baño y haber recuperado 200 km más de autonomía en ese breve tiempo, que tener que esperar sentado dentro del coche –después de haber hecho todo eso- durante un largo tiempo porque la batería se carga muy lento.

Mi conclusión, en todo esto, es que la autonomía debe cumplir un mínimo sí o sí, para que sencillamente nos podamos plantear un viaje de larga distancia con un vehículo eléctrico. Ahora bien, cumpliéndose ese mínimo, que a día de hoy lo cumple –casi- cualquier coche eléctrico moderno disponible en el mercado, lo más importante es la potencia de carga. Y más allá de fiarte a ciegas de esa potencia de carga máxima teórica que te dice la ficha técnica, mi recomendación es que bucees por foros, redes sociales y pruebas de expertos para comprobar la curva de carga correspondiente a tu modelo y versión en concreto. Así sabrás si verdaderamente se cumple esa potencia de carga y en qué medida. Pero eso: la potencia de carga, en mi experiencia, es más importante en un coche eléctrico que la propia autonomía.