Ya son varios los fabricantes de automóviles que ven en el hidrógeno una opción como alternativa futura a los combustibles convencionales. Tanto BMW como Toyota, y ahora también Porsche, están experimentando con motores de hidrógeno que coexistan en el futuro con los coches eléctricos. De hecho Porsche es una de las compañías más activas en la búsqueda de combustibles alternativos –incluyendo los efuels-. Y ahora han empezado a probar un motor de hidrógeno de altas prestaciones en Nürburgring.
Pero en esta ocasión no se han ido a Nürburgring realmente, sino que lo han hecho en un simulador. Según ha explicado Bincenzo Belicacqua, experto senior en simulación de motores de Porsche Engineering, el objetivo de estas pruebas estaba centrado en igualar la potencia y el par que logran los actuales motores de gasolina de alto rendimiento. Pero claro, con un motor de combustión de hidrógeno de altas prestaciones que, al mismo tiempo, y como ha descrito el ejecutivo, fuera capaz de ofrecer un bajo consumo de combustible y sin emisiones.
Un motor de hidrógeno para deportivos del futuro, así es el proyecto de Porsche
Para lograr una combustión limpia del hidrógeno, los turbocompresores tienen que entregar casi el doble de masa de aire que en un motor equivalente de gasolina. Pero además, las bajas temperaturas de los gases de escape hacen que falte energía para poder impulsar la turbina. Para poder resolver este problema específico del motor de combustión de hidrógeno, Porsche Engineering ha estado trabajando en cuatro prototipos de turbocompresor alternativos, y de muy alta potencia, algunos de ellos heredados del mundo de la competición.
Estos prototipos de turbocompresor para motor de combustión de hidrógeno se caracterizan por tener válvulas de control adicional para el flujo de aire y ayudas electrónicas. Finalmente, según explican, se acabó optando por un sistema de turbo con ‘compresores back to back’. Es decir, dos compresores en disposición coaxial accionados por la turbina o el motor de apoyo a través de un eje en común.
Pero ¿qué hay de los resultados? Se ha estado probando un motor de combustión de hidrógeno de 550 CV (440 kW) aproximadamente, y en un vehículo de alta gama de 2.650 kilos. Es decir, algo parecido a un Porsche Cayenne. Y han conseguido un tiempo de vuelta de 8 minutos y 20 segundos, con una velocidad máxima de 261 km/h. Si enfrentamos estos datos a los de un Porsche Cayenne Turbo GT con motor gasolina, este modelo logró 7 minutos y 39 segundos. Así que, aunque hay una importante diferencia, de momento las pruebas han tenido unos resultados bastante satisfactorios.
Lo más importante es que se han conseguido unas emisiones de óxido de nitrógeno muy inferiores a Euro 7 y las limitaciones que establece esta normativa. Gracias a la ‘combustión pobre’ de los motores de hidrógeno, se puede conseguir una elevada eficiencia en ciclo WLTP. El ejecutivo de Porsche destaca que se ha conseguido, con este desarrollo, un motor de hidrógeno limpio, económico y deportivo. Los costes serían equiparables a los de un motor gasolina porque no hay ningún tipo de sistema de tratamiento de los gases, y a pesar de que hay componentes mecánicos más complejos y un turbocompresor más elevado.