Mitsubishi, que ahora mismo está vendiendo el Renault Clio y el Renault Captur como si fuesen modelos propios, en forma de Mitsubishi Colt y Mitsubishi ASX, acaba de retirarse de forma oficial del mayor mercado mundial de automóviles: China. Y aunque pueda parecer un problema propio, en realidad es algo que está estrechamente relacionada con la idea de futuro que tienen las marcas japonesas. Todas ellas, en mayor o menor medida, han dado la espalda al coche eléctrico. Así que, en realidad, de esta triste situación Toyota debería aprender la lección si no quieren acabar teniendo problemas en China más pronto que tarde.
China es un mercado que está totalmente decidido por el coche eléctrico para los próximos años, y la creciente demanda en torno a ellos evidencia que es así. Sin embargo, Mitsubishi se ha negado a apostar de una forma decidida por el coche eléctrico, y parece que este ha sido precisamente el factor clave que ha llevado a que terminen por retirarse de China de forma oficial. Pero tal y como comentábamos anteriormente, este problema de enfoque no es algo que afecte única y exclusivamente a Mitsubishi, sino que otras marcas japonesas como Toyota, Honda y Mazda están viendo decrecer su demanda en el mercado asiático por su pobre o nula apuesta por el coche eléctrico. Así que en los próximos años esta situación podría terminar afectando también a otros fabricantes, y de todos estos el más destacado es sin duda Toyota.
Mitsubishi le enseña a Toyota el camino que no deberían seguir con los coches eléctricos, más vale que reaccionen rápidamente
Hubo algún tiempo en el que Mitsubishi fue popular en China. En el año 2019 vendieron 134.500 coches nuevos y tenían planeados varios nuevos modelos para los próximos años. El problema es que la mayoría de ellos eran híbridos enchufables. La apuesta por los PHEV, por parte de Mitsubishi, no ha encajado con la tendencia hacia el oche eléctrico en el mercado chino. Y el desplome en sus ventas ha sido tan notable que solo vendieron 34.500 coches nuevos en el año 2022. A medida que el cliente chino se ha ido interesando por el coche eléctrico, las ventas de Mitsubishi se han desplomado por completo.
Y el problema es que, efectivamente, es algo común a las marcas japonesas. También Toyota, Nissan, Honda y Mazda han lanzado una pobre o nula apuesta por el coche eléctrico tanto en China como en los Estados Unidos y Europa. Y también culpa de ello allí, en el mercado asiático, Toyota ha visto caer sus ventas por primera vez en diez años según los datos registrados durante el pasado año 2022. Es evidente que esta marca japonesa también tiene que reaccionar con urgencia si no quiere pasar por una mala situación como la que está pasando Mitsubishi, que ha tenido incluso que llegar a retirarse por completo del mayor mercado mundial.
Mitsubishi está ahora mismo en medio de una completa transformación de la marca y se ha apoyado en Renault para, por lo menos, no quedarse sin modelos en su catálogo hasta que puedan lanzar los suyos propios. De momento, según los planes revelados hasta la fecha, siguen teniendo en su hoja de ruta pocos coches eléctricos para los próximos años. Y van a seguir combinándolos con nuevos modelos híbridos que, a todas luces, por lo visto en el mercado chino, no son el camino a seguir. No obstante, ya veremos qué le depara el futuro a la marca en otros mercados como el europeo o el estadounidense.
Y esperemos no solo que Mitsubishi haya aprendido de lo que les acaba de suceder en China, sino que también el resto de marcas japonesas hayan tomado buena nota al respecto. La más importante es Toyota, de entre las posibles afectadas para el futuro, pero por la sencilla razón de que Toyota es el mayor fabricante mundial de automóviles a día de hoy. Y a estas alturas únicamente venden dos coches eléctricos: el decepcionante bZ4X a nivel global, y el bZ3 solo para el mercado chino y usando componentes de su rival BYD.