Jim Farley, el CEO de Ford, ha alertado sobre el futuro de los costes de las materias primas clave para la fabricación de coches eléctricos. Señala que no espera que los costes de estas materias primas bajen próximamente. Y precisamente este aumento reciente, y la tendencia alcista, es lo que ha llevado a marcas como Tesla, o la propia Ford, a subir sus precios de manera considerable para diferentes modelos. Podemos ir preparándonos porque ‘los coches eléctricos no van a bajar de precio’, al menos, a corto plazo.
Esta misma semana, Jim Farley, CEO de Ford, ha comentado a los periodistas en un evento en la planta de ensamblaje de Michigan que ‘no cree que vaya a haber mucho alivio a corto plazo en el precio del litio, el cobalto y el níquel’. Precisamente por eso hay muchas compañías, dedicadas a la fabricación de baterías para coches eléctricos, que están buscando nuevas químicas basadas en sodio y otros materiales. La escasez de algunos de los materiales críticos para fabricar baterías es lo que está haciendo que, a medida que sube la demanda, los precios acompañen este crecimiento. Y el problema es que el punto final no es otro que coches mucho más caros, pero con idénticas prestaciones.
Los coches eléctricos están subiendo de precio y las cosas no van a cambiar pronto
En estas declaraciones, el CEO de Ford ha señalado que el aumento de costes, propiciado por el crecimiento en los precios de los minerales que se usan en las baterías de iones de litio, es el motivo por el que se van a usar baterías LFP. De momento ya tienen previsto que el Mustang Mach-e use baterías LFP fabricadas por CATL. Este tipo de baterías no utilizan níquel o cobalto, aunque sí que necesitan de litio, y por lo tanto son mucho más baratas. Eso sí, la realidad es que su densidad energética es algo menor a la que ofrecen otras químicas como las baterías NCA o las baterías NCM.
Recientemente, la misma Ford ha tenido que aumentar los precios de la Ford F-150 Lightning entre 6.000 y 8.500 dólares en función de la versión, exactamente igual que ha hecho Tesla con algunos de sus modelos y configuraciones. Tiempo atrás comentamos que es urgente pasar a las baterías LFP precisamente por esto, y ahora hay algunos fabricantes que están teniendo que hacer el cambio a marchas forzadas. Después de introducir las baterías LFP en su Mustang Mach-e, Ford ya tiene previsto hacer exactamente lo mismo con su F-150 Lightning a partir del año 2024.
Pero también se están estudiando otras alternativas. La misma Ford, junto con BMW, han invertido en Solid Power. Es una startup, con sede en Colorado, que este mismo año va a entregar a ambos fabricantes las primeras baterías de estado sólido. Este tipo de baterías, como ya sabemos, darán lugar a coches eléctricos con una mayor autonomía, tiempos de carga más breves y, además, un menor riesgo de incendio. Es la ‘gran promesa’ del coche eléctrico, y cambiará por completo el panorama del sector.
Todos los fabricantes están tratando de moverse de la manera más rápida y eficaz posible. La situación actual es problemática, porque hay una enorme dependencia de los proveedores chinos y, además, escasez de materiales que son críticos para la fabricación de estas baterías. Los precios de los coches eléctricos están subiendo y, de momento, no se espera que la situación vaya a cambiar a corto plazo.