Hace poco se anunció el primer coche eléctrico con batería de iones de sodio y los principales fabricantes de baterías a nivel mundial, que son CATL y BYD, ya han hablado de forma detallada de las enormes ventajas de este tipo de batería. Son la gran esperanza para Europa, porque son el trampolín necesario para disponer de coches eléctricos baratos de verdad. Ya hay estimaciones que apuntan a que estas nuevas baterías costarán un 50% respecto a las actuales baterías de iones de litio.
El sodio es mucho más abundante que el litio, y además de ser mucho más barato por su disponibilidad, también está disponible en más partes distintas del mundo. Es decir, que sus yacimientos no están tan concentrados como los del litio. Todo esto es lo que hace que sea un material mucho más conveniente para los coches eléctricos económicos y a escala mundial. Los expertos de BloombergNEF estiman que las baterías de sodio van a costar la mitad que las baterías LFP, aunque para eso la producción de este tipo de baterías tendrá que alcanzar una escala para la que tardarán varios años.
Las baterías de iones de sodio están a punto de estallar y traerán consigo coches eléctricos baratos de verdad
Benchmark Minerals calcula que para el año 2030 se dispondrá de una capacidad de producción de 100 GWh de baterías de sodio a nivel mundial. Ahora mismo ya hay en China una capacidad productiva de 3,1 GWh y el país asiático lidera su fabricación, pero la realidad es que esta química ni siquiera ha dado sus primeros pasos. Los dos líderes de la industria, que son CATL y BYD, han mostrado algunos avances en esta tecnología y algunos datos técnicos clave en sus primeras celdas, pero todavía no han lanzado ningún paquete de batería con proyección comercial y están a punto de hacerlo.
Cerca de la mitad de la producción de este nuevo tipo de baterías va a proceder de adaptar las actuales líneas de producción de baterías de iones de litio, y sin duda esta es la forma más rápida de empezar a producir baterías de sodio de manera masiva. A finales de la década está previsto que representen un 6% del mercado de almacenamiento energético, y será cuando realmente arranque el ‘boom’ de esta nueva tecnología de baterías que no solo se utilizará para los coches eléctricos. También para sistemas de almacenamiento de energía a gran escala.
Las baterías de iones de sodio son algo más seguras que las baterías LFP y, como avanzábamos, cuando alcancen la escala necesaria costarán la mitad que las baterías LFP. Admiten potencias de carga superiores y, eso sí, tienen un importante problema de densidad energética. Tanto en términos de densidad gravimétrica, como volumétrica, están notablemente por debajo de lo que pueden ofrecer las baterías LFP. Aunque, eso sí, también es verdad que de momento estamos tan solo ante la primera generación de este tipo de baterías y llevan años de ventaja en su desarrollo las baterías LFP.
Considerando que el componente más caro de un coche eléctrico es la batería, y además con una importante diferencia sobre cualquier otro, que las baterías de sodio vayan a llegar a costar la mitad que las baterías LFP es un claro indicador de que el sector del automóvil va a experimentar una transformación radical en los próximos años. Vamos a empezar a ver coches eléctricos muy baratos, incluso en torno a los 10.000 euros –sin ayudas gubernamentales-, pero este tipo de modelos tendrán una autonomía bastante limitada al ámbito urbano.
El estallido de las baterías de iones de sodio va a tardar en llegar algún tiempo porque la industria maneja plazos no demasiado rápidos para establecer las cadenas de producción de esta nueva química de baterías. Ahora bien, parece que a estas alturas nadie tiene ningún tipo de duda de que esta tecnología va a ganarse un terreno importante dentro de la industria del automóvil a nivel mundial. Y, de hecho, las baterías de sodio son una de las varias tecnologías que pueden reducir la dependencia de China, aunque ahora mismo apuntan a liderar también esta tecnología gracias a CATL y BYD, entre otras compañías que están pisando el acelerador en su desarrollo.