En realidad se trata de la primera caravana específica para coches eléctricos, porque cuenta con un enorme paquete de batería de 19, 29, ó 38 kWh de capacidad de almacenamiento energético que sirven para conseguir más autonomía en este tipo de vehículos. Es decir, que no solo no se ve penalizada la autonomía por su arrastre, sino que se beneficia con más batería. Y salvo por esto, es una caravana convencional que cuenta en su interior con un salón completo que se transforma en una cama doble para poder viajar sin ningún tipo de limitación.
En esencia, la EC-2 es una caravana convencional; es decir, un remolque vivienda pensado para dormir en cualquier parte. Sin embargo, está pensada específicamente para usar con coches eléctricos por varios motivos. Uno de ellos, y el que llama la atención a primera vista, es que tiene un formato compacto y un diseño aerodinámico pensados para no perjudicar la eficiencia energética del vehículo. Pero es que además cuenta con una enorme batería en la parte inferior, conformando el suelo, que sirve para lograr más kilómetros de autonomía en este tipo de vehículos. Y como no podía ser de otro modo, el techo de la caravana cuenta con placas solares para mejorar aún más la eficiencia energética. Ahora bien ¿cómo caravana qué ofrece exactamente?
Salón y cama doble en esta compacta caravana especial para coches eléctricos con una gran batería extra
Se puede configurar en tres versiones diferentes que están condicionadas por la capacidad de almacenamiento energético de la batería. Hay una versión más económica de 19 kWh, que en realidad ya es una buena cantidad de energía; una opción intermedia con 29 kWh y una configuración tope de gama que llega hasta los 38 kWh. En lo que no es tan completa es en el equipamiento interior, pero esto es por la sencilla razón de que tiene un formato extremadamente compacto y un diseño que prioriza la aerodinámica para no perjudicar la autonomía.
En lugar de disponer de ventanas y claraboyas, tiene una única gran puerta transparente que sirve como entrada de luz principal. Y en el interior hay una disposición configurable que se puede poner como salón completo con dos sofás dobles y una pequeña mesa central, y que por la noche se puede cambiar a cama doble. Por una cuestión de tamaño no dispone ni de cocina ni de baño, además de que tampoco tiene ducha porque no hay ni espacio ni altura suficiente como para ello. Es decir, que tiene unas características más parecidas a las de una camper que a las de una caravana clásica.
Y no es barata en absoluto. En función de la configuración, las EC-2 y EC-4 están disponibles desde 44.000 dólares como mínimo, y esto es con la batería de menor capacidad. Las más completas, con mayor capacidad de almacenamiento energético, llegan hasta los 50.400 dólares. Además, a esto hay que sumarle equipamiento extra, no incluido en el precio, como son las placas solares instaladas en el techo. Las primeras entregas arrancarán este mismo verano, y de momento se está vendiendo en los Estados Unidos.
Muchas caravanas con este diseño de lágrima, mucho más compacto y ligero, cuentan en la parte trasera con una cocina exterior que se puede utilizar con una cocina portátil de gas. En este caso, sin embargo, las únicas opciones disponibles son la configuración de salón con doble sofá para cuatro personas y el ‘modo noche’ con la cama doble. Tiene unas buenas dimensiones como cama, y dispone de multitud de huecos de almacenamiento, pero en este caso no sirve para los cuatro pasajeros que sí pueden aprovechar el salón. Una idea interesante, pero quizá a los usuarios de coche eléctrico les interese más una caravana convencional aunque eso signifique perder algo de autonomía.