La NASA no solo se dedica a investigar el espacio exterior, aunque solemos creer que sí. La agencia espacial se dedica también a investigar tecnologías clave en aviación, pero que son aplicables a otros campos como los coches eléctricos. De hecho, tienen una nueva batería de estado sólido en la que han estado varios años trabajando y con la que han conseguido alcanzar los 500 Wh/kg de densidad energética. Esto es casi el doble de densidad energética que la mejor batería de cualquiera de los coches eléctricos actuales; Tesla, por ejemplo, ronda los 300 Wh/kg con sus recién lanzadas celdas 4680.
Pero ¿cómo lo han conseguido? Aparte de dedicando muchos recursos a su investigación, optando por una innovadora técnica para el empaquetado de las celdas. Las baterías que están usando los coches eléctricos a día de hoy tienen celdas empaquetadas de forma individual, pero la nueva batería de estado sólido de la NASA está construida por celdas de estado sólido apiladas una encima de otra y todas ellas dentro de una única carcasa. Lo que ha conseguido la NASA con este sistema alternativo es reducir un 40% el peso del paquete de batería resultante y, además, duplicar la densidad energética de esta batería. El avance a nivel técnico es tan sustancial que esta tecnología, aplicada a un coche eléctrico, puede suponer conseguir más del doble de autonomía. ¿Por qué? Porque no solo se trata de disponer del doble de energía en el mismo espacio, sino también de casi la mitad de peso.
La batería de estado sólido de la NASA que tiene el doble de densidad energética y casi la mitad de peso
Esta novedosa tecnología de la NASA, que tienen intención de aplicar a la aviación, pero efectivamente puede llevarse también a los coches eléctricos, tiene además algunas otras ventajas. Probablemente te hayas preguntado qué ocurre con la refrigeración de la batería, considerando que el empaquetado se ha reducido y por tanto toda la composición química tiene menos espacio. Y a esto también le han dado una solución, porque según afirma el equipo de investigación de la NASA es una batería que puede soportar una temperatura dos veces más alta que la que son capaces de soportar las baterías de iones de litio actuales de los coches eléctricos.
La temperatura de la batería no solo es importante para garantizar una amplia vida útil, sino que además es la que condiciona en gran medida la velocidad de carga de la misma. Así que, efectivamente, el equipo de la NASA ha conseguido, en resumen, una batería que tiene el doble de densidad energética, casi la mitad de peso y que además soporta temperaturas dos veces más altas. Y con esto, no solo se puede conseguir en un coche eléctrico más del doble de autonomía, sino también que tenga una capacidad de carga de la batería bastante más rápida que las actuales.
Lo que demuestra este importante avance de la NASA es que efectivamente las baterías de estado sólido son el futuro tecnológico más inmediato y prometedor, y que los límites técnicos de este tipo de batería están bastante más lejos de lo que creíamos hasta ahora. Si se pueden conseguir baterías de estado sólido con el doble de densidad energética, también se puede hacer que sea más económico un coche eléctrico por la sencilla razón de que no haría falta una batería tan grande como las actuales.
Para que las baterías de estado sólido comiencen a llegar a los coches eléctricos apenas tendremos que esperar hasta el año 2025. Será entonces cuando Toyota sea la primera marca, a priori, que estrene esta tecnología. Pero lo hará en sus coches híbridos, y apenas uno o dos años más tarde veremos los primeros coches eléctricos con baterías de electrolito sólido. Ahora bien, para disfrutar de todas las ventajas posibles de este tipo de baterías todavía pasará algo más de tiempo. De momento, en el laboratorio, hay multitud de avances interesantes como este de la NASA.