Aunque el litio es precisamente la clave de los coches eléctricos, porque es un material crítico para la fabricación de las baterías que usan todos ellos, es al mismo tiempo un gran problema. Se le denomina el oro blanco por su alto coste y su color, y constantemente se están buscando fórmulas químicas que reduzcan la dependencia del litio para lograr baterías más baratas y aumentar la penetración en el mercado de los coches eléctricos. Bueno, pues la inteligencia artificial ha hecho un gran avance en este sentido, porque ha encontrado la forma de reducir un 70% el uso de litio en baterías para vehículos eléctricos.
En concreto ha sido la inteligencia artificial de Microsoft la que ha conseguido dar con este importante hallazgo. Un equipo de investigadores de Microsoft, y del Pacific Northwest National Laboratory, que es parte del Departamento de Energía de los Estados Unidos, ha encontrado una nueva sustancia que apunta a lograr una increíble reducción del uso de litio en las baterías de coches eléctricos y para otras muchas aplicaciones. Como se ha logrado es mediante el uso de la supercomputación e inteligencia artificial, que tan de moda se puso desde el año pasado. Hablan de que se podría disminuir el litio en hasta un 70% en baterías de nueva generación, de modo que el precio podría caer de forma drástica en baterías y en vehículos eléctricos.
Cómo la inteligencia artificial ha encontrado una sustancia para usar un 70% menos de litio en las baterías para coches eléctricos
La clave en el uso de la tecnología está en que la supercomputación, de la mano de un sistema de inteligencia artificial, ha permitido que se puedan analizar más de 32 millones de materiales inorgánicos potencialmente compatibles de una forma mucho más rápida de lo que hasta ahora era posible. Sin el uso de la tecnología se habría llegado a la misma conclusión, pero se habrían necesitado más de 20 años utilizando los métodos de investigación de laboratorio convencionales. Y sin embargo, esta combinación tecnológica ha acelerado el proceso de una forma muy significativa
El enorme problema del litio está en su alto coste, en la dependencia que provoca de los países que tienen capacidad para extraerlo, y en el fuerte y negativo impacto mediambiental que produce por el enorme consumo de agua y de energía que se requiere. Los estudios más fiables apuntan a que la demanda de litio, derivada de la demanda de baterías para coches eléctricos, y para otras aplicaciones, se multiplicará por diez hasta el año 2030. Y la industria ya está buscando con urgencia alternativas más sostenibles, más respetuosas con el medio ambiente y más económicas. Pues en esto, la inteligencia artificial parece haber dado con la clave.
Este innovador material se llama N2116, aunque es una denominación provisional, y es un electrolito sólido. Ya sabemos que la utilización de electrolitos sólidos propone multitud de ventajas frente a los actuales electrolitos líquidos que usan las baterías para coches eléctricos, y entre ellos está un sustancial aumento de la densidad energética, además de una mayor vida útil y un nivel de seguridad notablemente más alto. Así que este material no solo podría dar lugar a baterías más sostenibles, sino además con una mayor densidad y, por tanto, con mayor autonomía para los vehículos eléctricos. Y no menos importante: a un precio más bajo que las baterías que usa ahora mismo la industria del coche eléctrico.
La gran ventaja del uso de la inteligencia artificial es que esta tecnología es capaz de analizar los datos moleculares y predecir la química. Para que se entienda de una forma sencilla, de más de 32 millones de materiales candidatos, le devolvió al equipo de investigadores un resultado de 18 materiales posibles para su batería. Y los expertos en baterías, de este equipo de investigación, fueron quienes hicieron el trabajo final con pruebas de laboratorio para dar con este material final.