Sí, voy a tener que echar la vista al pasado, pero es porque últimamente SEAT ha empezado a crecer en el mercado de una forma significativa. La marca española parece que hubiera resurgido de sus cenizas a juzgar por las cifras de ventas de este arranque de año. Han colocado el Leon, el Arona y el Ibiza en la lista de los diez coches más vendidos y lo hacen con una gama que casi no tiene opciones con etiqueta ECO de la DGT. Pero ¿por qué no los venden? En realidad, existieron y los retiraron, y hay una explicación para todo esto.
Ya hemos visto cómo Dacia está centrándose en los ‘etiqueta ECO’ y, de hecho, en la gama del Dacia Duster de tercera generación todas sus versiones la tienen –esta etiqueta ambiental de la DGT-. Y en el caso de MG está ocurriendo lo mismo, aunque algo más tarde, porque el MG 3 Hybrid será su primer lanzamiento híbrido sin enchufe y después le seguirá el MG ZS Hybrid. En estos momentos SEAT está compitiendo con estas dos marcas de una forma más o menos directa, pero con el importante lastre encima de que a día de hoy en su gama básica no tienen configuraciones con etiqueta ECO. Y en realidad, tiene que ver con una mala decisión del pasado heredada directamente del Grupo Volkswagen.
El gas está salvando a las ‘low cost’ y Volkswagen se equivocó apostando por el GNC. Ahora le está saliendo caro a SEAT
El gas es el que está permitiendo a las marcas ‘low cost’ lanzar modelos con etiqueta ECO de bajo coste. Ahí está Dacia, que apoya su gama más económica en motores gasolina compatibles con GLP. El motor 1.0 ECO-G de 100 CV, que es un bifuel compatible con gasolina y GLP, está disponible en todos sus modelos en las configuraciones de acceso, y ya en enero de 2023 vimos cómo sus ventas crecieron un 90,66%. Me refiero a las ventas de coches compatibles con GLP.
También SsangYong, por ejemplo, permite transformar sus vehículos a GLP desde fábrica, y algunas otras marcas ‘low cost’ han apostado por hacer exactamente lo mismo. Y lo curioso en todo esto es que hasta hace relativamente poco tiempo había modelos de SEAT compatibles con gas y que, efectivamente, podían salir de fábrica con la correspondiente etiqueta ECO de la DGT. ¿El problema? Pues que el Grupo Volkswagen optó por hacer motores compatibles con GNC, que es Gas Natural Comprimido, en lugar de decantarse por el GLP, que es Gas Licuado de Petróleo, y ahora sabemos que fue una mala decisión.
Los mismos datos de enero del año pasado mostraban la evidencia, porque al tiempo que los coches a GLP crecían más de un 90%, las ventas de modelos GNC se desplomaron un 94,59%. De hecho, como te digo, SEAT tenía su motor 1.0 TGI 90 CV tanto en el SEAT Ibiza como en el SEAT Arona, y también en el catálogo del SEAT Leon. Es por eso que a día de hoy, y desde abril de 2024, ya no se puede comprar ninguno de los dos modelos más baratos con etiqueta ECO de la DGT. Y el SEAT Leon sí está disponible con etiqueta ECO, pero recurriendo al motor 1.0 eTSI de 110 CV o al 1.5 eTSI de 150 CV, que son mecánicas gasolina con tecnología mild hybrid.
Si en su momento el Grupo Volkswagen hubiera apostado por el GLP, en lugar de hacerlo por el GNC, quizá a día de hoy podríamos comprar el Ibiza y el Arona con etiqueta ECO de la DGT, con un motor parecido a las mecánicas más básicas que usa Dacia en sus modelos. Estos dos modelos de la marca española son, digamos ‘desarrollos antiguos’ en los que parece no haber interés en invertir más. Y una conversión a GLP es, desde luego, muchísimo más barata que una electrificación incluso con tecnología mild hybrid. Habría sido, quizá, una buena salida para mantener una mejor salud para SEAT en el mercado.