Fabricantes de automóviles de los que nunca se habría sospechado que apostarían por el coche eléctrico, ya están haciéndolo. Lamborghini adelantó recientemente que todos sus futuros modelos estarán electrificados, y Koenigsegg ha presentado su primer motor eléctrico. Este primer motor eléctrico se llama Quark EV y además de tener un diseño ultracompacto, para cuidar la relación peso-potencia en coches eléctricos de altas prestaciones, llega hasta nada menos que 335 CV.
En el entorno del coche eléctrico, la tecnología marcará una diferencia también entre los modelos generalistas, los premium y los de alto rendimiento. Koenigsegg ha apostado por desarrollar su propia tecnología, sin depender de proveedores externos y terceros, y ha presentado su primer motor eléctrico. Como avanzábamos, este motor eléctrico de Koenigsegg se llama Quark EV y cada unidad es capaz de entregar 335 CV. Sin embargo, la potencia máxima de la unidad motriz no es el dato más importante de la ecuación. La mayor innovación está en la relación peso-potencia, que seguirá siendo un factor clave cuando los vehículos de altas prestaciones se vuelvan totalmente eléctricos.
Así es Quark EV, el primer motor eléctrico de Koenigsegg con 335 CV y diseño ultracompacto
El Quark EV de Koenigsegg tiene un diseño de flujo raxial, según lo define la propia compañía. Está diseñado para combinar los beneficios del motor de flujo radial y del motor de flujo axial. Más concretamente se ha perseguido la potencia del motor de flujo radial y el par motor del motor de diseño de flujo axial, con un resultado de excelente relación entre potencia y par. Además, el sistema de transmisión es más sencillo. Con ello se han reducido las pérdidas que se producen a nivel de prestaciones, se ha reducido el peso del conjunto y se han obtenido 225 CV, 600 Nm y un peso de tan solo 30 kg.
Pero la intención no es quedarse en esa cifra de potencia, ni muchísimo menos. Con el inversor de seis fases de la propia compañía, se combinan dos motores de manera transversal con una unidad de transmisión Terrier y se consiguen 670 CV de potencia. Según afirman desde la marca, su unidad de vectorización de par es la más densa en la relación entre potencia y par en la industria de vehículos eléctricos.
Y efectivamente, lo que se ha perseguido no es un motor eléctrico que destaque por su máxima potencia, sino más bien por la relación entre la potencia, el peso y el espacio que ocupa este sistema motriz eléctrico. En el futuro, como ya comentábamos anteriormente, los fabricantes de vehículos de altas prestaciones van a tener que apostar por invertir en innovar en este tipo de sistemas motrices para coches eléctricos.