La situación con respecto a la crisis de los microchips sigue siendo crítica para el mercado del automóvil. Tanto es así que el fabricante japonés Toyota ha tenido que tomar una decisión ‘a la desesperada’. Aunque las ‘llaves inteligentes’, que permiten acceder al vehículo y arrancar sin llave, llevándola en todo momento en el bolso o en un bolsillo, son un avance tecnológico del sector, ahora mismo son un grave problema. Así que esta marca ha decidido dar marcha atrás y volver a las llaves mecánicas de toda la vida para aliviar su situación con respecto a la escasez de semiconductores.
Como cuentan, Toyota ha tenido que revisar su producción en multitud de ocasiones a lo largo de los últimos meses. Porque, frente a la cantidad de unidades que tenían previsto fabricar a lo largo del año, finalmente han tenido que fabricar muchos menos coches porque no hay chips suficientes para semejante volumen. Hay que tener en cuenta que es un fabricante líder, y que evidentemente no producen la misma cantidad de vehículos que MG, por ejemplo, o que SsangYong. Así que los problemas de Toyota no son los mismos a los que se enfrentan otros fabricantes y, por lo tanto, las soluciones que tienen que llegar a tomar tampoco son las mismas. Pero resulta realmente llamativo que hayan tomado la determinación de dejar de dar ‘llaves inteligentes’ a sus clientes en Japón y, al menos de forma temporal, sustituir esta evolución tecnológica por las antiguas llaves mecánicas de toda la vida.
Toyota vuelve a la llave mecánica y deja atrás las ‘llaves inteligentes’ para evitar problemas mayores
La decisión, que es sin duda llamativa y da buena cuenta de que la situación no es buena respecto a la escasez de semiconductores, se ha tenido que tomar para evitar problemas mayores. En Reuters detallan que es una medida provisional que se mantendrá con el objetivo de poder entregar a los clientes sus correspondientes vehículos lo más rápido posible. Y es que, como comentábamos anteriormente, ser el primer fabricante mundial tiene algunas consideraciones especiales. De hecho, Toyota estaba bastante bien preparada para problemas de este tipo, porque han tenido experiencias como la del terremoto y tsunami del año 2011 en Japón, que les llevo a tener un gran almacén de semiconductores con la intención de enfrentar la emergencia actual en mejor situación que sus competidores.
Pero a pesar de que Toyota tiene una gran experiencia haciendo frente a imprevistos de esta magnitud, igualmente han tenido que revisar su producción a la baja y dar tiempos de espera muy superiores a los deseables. Y por supuesto, esta decisión de Toyota de volver a las llaves mecánicas no es ni mucho menos un caso aislado en el sector. Peugeot tuvo que sustituir el cuadro de instrumentos digital del Peugeot 308 con un cuadro analógico convencional y Volkswagen ha avanzado ya que abandonarán las botoneras capacitivas para recuperar los botones clásicos.
La mayoría de los fabricantes han tenido que simplificar el catálogo de prácticamente todos sus modelos de coches nuevos para centrarse en versiones que sean especialmente rentables. También, con la intención de acelerar las entregas de los pedidos de sus clientes, han hecho acabados específicos con un equipamiento muy concreto, con plazos de entrega más breves. Estos ‘paquetes cerrados’ han ayudado a algunas marcas a redirigir la demanda hacia modelos y versiones específicas a las que podían dar salida a mayor ritmo y con un margen de beneficio mayor.
En definitiva, el caso de Toyota suena bastante ridículo, porque no deja de ser una vuelta a lo analógico y perder una evolución tecnológica por el camino. Pero es, efectivamente, una medida ‘a la desesperada’ que pretende no tener problemas aún mayores durante los próximos meses. Mientras tanto, fabricantes como Hyundai o KIA están siendo más capaces que todos sus competidores de mantener el ritmo de producción y de ventas durante esta situación tan crítica por la escasez de semiconductores.