Creías que el mantenimiento de un coche eléctrico era más barato que el de un coche gasolina o diésel ¿verdad? Pues desde We Predict, de JD Power, han llegado para desmentir el mito y además, que es más importante, encontrar al culpable de que la situación sea así. Nos confirman que es una realidad innegable que los coches eléctricos, por norma general, pasan menos por el taller porque tienen menos componentes que se puedan desgastar. Sin embargo, su mantenimiento es más caro según el análisis que han hecho de 19 millones de coches entre 2016 y 2021.
El dato que nos ofrece la consultora es demoledor: es 2,3 veces más caro el mantenimiento de un coche eléctrico que el de un vehículo con motor térmico después de tan solo tres meses puesto en circulación. Y aunque la cosa cambia a partir del primer año, incluso después de los primeros 12 meses un coche eléctrico sigue teniendo un mantenimiento 1,6 veces más caro. ¿Por qué es así? Uno de los motivos está en que los vehículos eléctricos tienen que pasar más del doble de tiempo en diagnóstico cuando tiene lugar una avería. Y además, una vez que se hace el diagnóstico y se identifica el origen del problema, los coches eléctricos necesitan 1,5 veces más tiempo para la reparación de la avería en cuestión.
El problema es de los talleres y la cosa cambiará, pero el mantenimiento de un coche eléctrico es más caro
Esta situación, en la que el mantenimiento de un coche eléctrico es más caro que el de un coche con motor térmico, es una situación anómala. Como explican, en estos momentos hay una clara falta de especialización y una gran carencia de talleres especializados en coches eléctricos. Por la sencilla razón del ritmo de adopción del vehículo eléctrico, todavía la mayoría de los mecánicos tienen mucho desconocimiento sobre el vehículo eléctrico, por eso los tiempos de diagnóstico y reparación siguen siendo mucho más largos para este tipo de coches. No obstante, también es cierto que los coches eléctricos plantean algunas dificultades propias frente a los térmicos.
Lo más habitual es que los coches eléctricos tengan problemas relacionados con todo el sistema de cableado y con la tecnología de carga de la batería. Y aunque los costes de mantenimiento sean más elevados, no se repercuten al cliente en la gran mayoría de los casos porque son cuestiones que están cubiertas por la garantía. Por eso, los usuarios de vehículos eléctricos tienen la sensación de que los costes de mantenimiento son menores en sus coches. En realidad, el coste está siendo mayor, pero no se están viendo afectados por esta situación anómala.
Aunque es verdad que un coche eléctrico tiene menos piezas de desgaste, también el hecho de que todavía no gocen de la misma popularidad hace que algunas de sus piezas sigan siendo aún mucho más caras que las de un coche gasolina. Hay componentes con mucha tecnología, pero sobre todo componentes con un volumen de demanda inferior. A medida que vaya creciendo la adopción de coches eléctricos, los precios de los componentes también se irán reduciendo de forma progresiva.
Así que en estos momentos es fundamental que los talleres sigan especializándose y hagan su propia transición hacia el vehículo eléctrico. Hace falta mano de obra especializada en este tipo de vehículos, pero también nueva maquinaria para cosas como el diagnóstico de una batería o de un sistema de carga, y sistemas de montaje y desmontaje de baterías, por ejemplo. Y que se reduzca el precio de los componentes a medida que vaya creciendo la demanda de estos vehículos.