A día de hoy, Dacia puede presumir de tener en el mercado el coche eléctrico más barato y, además, un modelo que se vende francamente bien. Así que, aunque sea su único modelo de este tipo, algo de experiencia tienen al respecto y, sobre todo, algo de autoridad en el tema. Y respecto a esto de los coches eléctricos, Xavier Martinet, vicepresidente de ventas, marketing y operaciones de la marca, ha sido muy claro en sus últimas declaraciones al asegurar que ‘es inaceptable’ que se construyan de cierto modo este tipo de vehículos.
El directivo de la marca rumana se ha referido específicamente a que ‘es inaceptable que sean excesivamente pesados’. Martinet ha comentado que muchos de los coches eléctricos actuales son demasiado pesados y que, precisamente por ese motivo, son nocivos para el medio ambiente. Ha continuado con su postura señalando que ‘si nos tomamos en serio la reducción colectiva de emisiones, entonces el peso excesivo de los coches eléctricos no debería ser aceptable’. Y esto es algo que, de una forma bastante parecida, ya señalaron anteriormente dese Mazda cuando se estrenó el Mazda MX-30, que precisamente por ese motivo la tiene bastante pequeña respecto a sus competidores. La batería, me refiero, que es de tan solo 35,5 kWh y con ello puede alcanzar los 200 km de autonomía según el ciclo de homologación WLTP. Pues parece que en Dacia piensan igual, y eso puede ser una mala noticia para quienes quieren que los coches eléctricos tengan el máximo de kilómetros de autonomía posible con la batería más grande posible.
Dacia considera ‘inaceptable’ que los coches eléctricos pesen demasiado, y parte de la culpa en esto la tienen las grandes baterías
La mayor parte del peso en un coche eléctrico corresponde, como seguramente ya sabrás, a la batería del mismo. Y salvo que se consigan cifras extraordinarias en términos de densidad energética gravimétrica, una mayor capacidad de almacenamiento energético se va a traducir casi siempre, y de una manera directa, en mayor peso. Vamos, que más autonomía es más peso, salvo en casos excepcionales en los que se consiguen grandes avances tecnológicos. Y el caso de Dacia no va a ser, porque su fórmula ‘low cost’ se basa precisamente en no utilizar los últimos avances tecnológicos en ningún campo.
El secreto de que el Dacia Spring sea tan ligero, porque tan solo pesa 970 kg, está precisamente en que utiliza una batería de 26,8 kWh de capacidad de almacenamiento energético. Considerando que sus prestaciones son más bien limitadas, sobre todo en términos de potencia de su motor eléctrico, logra en ciclo de homologación WLTP una autonomía de 230 km. Plantearse este coche como único coche de la casa no es algo que todos puedan hacer, en una buena parte de los casos es un segundo coche, y por eso se aceptan unas características tan ajustadas. Según Dacia, sus clientes lo usan de media 40 km diarios y a una velocidad de 29 km/h de media.
Así que parece que sí, Dacia ha acertado haciendo un coche con las prestaciones mínimas posibles que se le pueden pedir a un vehículo homologado para circular por vías de 120 km/h como velocidad máxima permitida. Ahora bien, lo de generalizar con que ‘es inaceptable’ que los coches eléctricos sean pesados es bastante arriesgado, porque su perfil de cliente no es ni mucho menos el único que existe en el mercado. Hay quienes necesitan más potencia, más velocidad máxima y más autonomía. Así como más maletero y como poco una plaza homologada más, y ese tipo de coches, sí o sí, necesitan una batería más grande y por tanto serán más pesados.
Según Martinet, en estas declaraciones a Autocar, ‘es una locura permitir que los fabricantes hagan coches de dos o tres toneladas que los usa una persona y hacen 56 km al día’. Así que la filosofía de Dacia es que los coches eléctricos no tengan más que lo que deben, o no ofrezcan más si sus conductores no lo van a aprovechar. Parece que este es el ‘sentido ecológico’ de la marca low cost. Pero ellos son los primeros que, con los motores térmicos, siguen jugando al límite de la normativa europea e introduciendo novedades técnicas al ritmo al que se les obliga, en lugar de desarrollar tecnología más ecológica que lo que se les exige.
Ya veremos si esta postura tan rotunda no choca con su futuro Dacia Bigster, el llamado a ser su primer SUV de 7 plazas. Sea como fuere, por mera supervivencia van a seguir reciclando tecnologías de Renault que les permitan ofrecer coches más baratos que sus competidores. No hay indicio alguno de que, como comentábamos, siguiendo esa mentalidad tan ecologista vayan a desarrollar ningún tipo de tecnología de vanguardia que reduzca las emisiones de su flota más allá de lo necesario.