Durante mucho tiempo, los coches eléctricos han tenido casi todos ellos baterías NCM. ¿Por qué? Porque tienen una excelente densidad energética y, en general, unas prestaciones superiores a las que puede ofrecer una batería LFP. Sin embargo, de un tiempo a esta parte las baterías LFP han empezado a imponerse y los datos de Adamas Intelligence apuntan a que su cuota de mercado casi se ha duplicado en el último año. De un 17% en enero de 2021 a un 26% en enero de 2022, y creciendo hasta un 31% en septiembre de 2022. Esto tiene una explicación y hay una parte positiva en ello, pero también una parte negativa.
Desde enero de 2021, las baterías LFP han –casi- duplicado su participación en el mercado de coches eléctricos, híbridos enchufables e híbridos no enchufables. Por el momento las baterías NCM siguen dominando y mantienen una participación algo superior al doble, pero la tendencia muestra que en algún momento esto podría cambiar y que las ‘litio ferrofosfato’ acaben dominando el mercado. Ya en estos momentos se aprecia un claro giro del mercado que está motivado por la subida de precios de ciertos materiales sensibles para las baterías NCM, pero también por el hecho de que las baterías LFP son más seguras y además también proporcionan una mayor vida útil. Y ahora, que empezamos a tener cada vez más datos sobre la fiabilidad de los coches eléctricos, es cuando los fabricantes de este tipo de vehículos están empezando a preocuparse por la cantidad de kilómetros que pueden acabar registrando sus modelos en el odómetro al final de su vida. Es momento de hacerse ‘buena fama’, y las baterías LFP son el mejor aliado para conseguir esto, porque las baterías NCM tienen una vida útil notablemente más corta.
La apuesta por las baterías LFP en los coches eléctricos es imparable, pero ¿por qué está ocurriendo este cambio?
El 68% de las baterías LFP que se han usado durante estos primeros nueve meses del año 2022 –hasta donde hay datos- han sido utilizadas por Tesla y BYD, pero también SGMW, GAC, MG y Geely son responsables de un importante volumen de baterías LFP –en concreto, el 32% restante-. Estamos hablando de datos del mercado chino, y es importante porque el país asiático va bastante por delante del resto del mundo en coches eléctricos y, además, son los responsables de la fabricación de la mayoría de baterías de estos vehículos para todo el mundo.
El motivo por el que se está extendiendo la química de baterías LFP es porque este tipo de baterías son mucho más baratas. Permiten reducir los costes de producción de los vehículos eléctricos y, por lo tanto, también permiten vender coches más baratos y ser más competitivos en el mercado. Pero es que además, como destacábamos anteriormente, este tipo de baterías son más seguras. Es más complicado que llegue a darse un incendio en un coche eléctrico con este tipo de batería. Y son baterías que resisten más ciclos de carga y descarga, y eso se traduce en una mayor vida útil.
¿El gran problema de este tipo de baterías? Está, sencillamente, en que tienen una menor densidad energética que las baterías NCM y por ese motivo los coches eléctricos que cuentan con ellas tienen menor autonomía. Algo que, por otro lado, es cada vez un problema menos relevante porque en China están consiguiendo una red de carga mucho más amplia y sólida, porque también están mejorando a buen ritmo la velocidad de carga de esta infraestructura.
Pero en todo esto hay un problema. Y es que, a medida que aumenta la demanda de las baterías LFP nos aproximamos al riesgo de que suban de precio por la escasez de oferta. Y no hay que olvidar que, hasta ahora, este tipo de baterías habían quedado reservadas para coches eléctricos baratos. A medida que este tipo de batería se sigue adoptando en otros segmentos de vehículos eléctricos, un efecto posible sería que se sigan reduciendo costes y bajen más de precio. Sin embargo, las baterías NCM nos han dado la experiencia de que en este caso más demanda no se traduce en menores precios, sencillamente porque la cadena de producción no está preparada aún para asumir tanta demanda.