La autonomía suele ser lo que más preocupa a quienes se plantean cambiar su vehículo actual por un coche eléctrico y, en realidad, a día de hoy no es el factor más importante. Ahora bien, quienes van a dar el salto se preguntan cuánta autonomía debería tener su próximo vehículo, sobre todo, para poder viajar sin preocuparse. Y para esto no hay una respuesta exacta, pero sí una indicación a tener en cuenta. Y después de haber hecho muchos viajes con coches eléctricos, y como probador de coches que soy, voy a darte estas indicaciones para que sepas qué comprar y qué no.
Se supone que deberíamos hacer una parada cada dos horas cuando salimos de viaje, o cada 200 kilómetros aproximadamente. Ahora bien, también sabemos que la autonomía es menor a la anunciada en casi todos los coches eléctricos y, sobre todo, que si vamos a llevar el coche cargado de maletas, entonces la autonomía va a ser menor aún. Luego hay que tener en cuenta también que el aire acondicionado perjudica a la autonomía de una forma muy notable, y que el estilo de conducción la puede mermar también. Sabiendo todo esto, no, evidentemente no puedes viajar tranquilamente con un coche eléctrico que haga 200 km de autonomía según el ciclo de homologación WLTP.
Si quieres un coche eléctrico para viajar, que tenga al menos 300 kilómetros de autonomía y, sobre todo, un sistema de carga rápida con buena potencia
Más que la autonomía en sí, hay que tener en cuenta la relación entre autonomía homologada y potencia de carga máxima soportada por el coche eléctrico. Mi recomendación es que, si quieres viajar con tu próximo vehículo eléctrico, mires modelos con 300 km WLTP como mínimo y, sobre todo, que ofrezcan una buena potencia de carga. Habrá quienes te digan otra cosa, pero yo me plantearía la compra de un eléctrico que tenga 300 km de autonomía y 100 kW de potencia de carga como mínimo. Con esto haremos pausas cada 200 ó 250 kilómetros de manera no agobiante, y podremos recuperar hasta 50 kWh de batería parando media hora, que es menos de lo que se necesita para comer.
Hacer distancias de 200 ó 250 kilómetros es razonable en cualquier tipo de viaje y parar a descansar media hora también es razonable. Ahora bien, si yo me fuese a comprar un coche eléctrico ahora mismo, el mínimo que me gustaría tener son 350 km de autonomía homologada y, a ser posible, 150 kW de potencia de carga máxima en adelante. El mayor problema en esto es que tampoco es que abunden los cargadores eléctricos, en carretera, que nos vayan a dar esos 150 kW. Pero, desde luego, cuando demos con uno vamos a ver cómo la recuperación de autonomía es notablemente más rápida que con potencias inferiores.
Con prestaciones parecidas a esto existe el MG 4, que tiene un precio que arranca en 19.480 euros y, efectivamente, ofrece 350 km de autonomía sobre el ciclo WLTP con una potencia máxima de carga de 125 km. Ya es un buen coche para poder viajar. Y el recién anunciado Citroën ë-C3 cumple con lo mínimo que yo pediría, a nivel de autonomía y potencia de carga, para hacer viajes. Anuncia 320 km de autonomía con un sistema de carga de 100 kW de potencia máxima, así que va algo más justo pero también nos va a permitir abandonar la ciudad y las vías interurbanas sin preocuparnos demasiado.
Entre los coches eléctricos relativamente accesibles por precio, otra buena opción es el BYD Dolphin, que anuncia una autonomía WLTP de 427 km y, eso sí, se carga a una potencia máxima de 88 kW. Tiene un sistema de carga algo más lento de lo deseable, pero es verdad que puede cargar del 30% al 80% de su batería en tan solo 29 minutos. Así que, de nuevo, estamos ante un eléctrico interesante para poder hacer viajes. En este caso tiene más autonomía que otras opciones comparables, pero donde se queda algo por detrás es en su capacidad máxima de carga.