Las principales compañías dentro de la industria de las baterías para coches eléctricos en China, que es donde está concentrada la mayor potencia mundial en este sector, se han aliado con la iniciativa del propio Gobierno chino. Han formado el consorcio CASIP –de China All Stolid State Battery Collaborative Innovation Platform- con el objetivo de desarrollar y producir baterías de estado sólido competitivas y establecer una cadena de suministro para 2030. Las firmas que se han aliado son auténticos titanes de la industria, y parece evidente que China quiere evitar a toda costa que Europa y Estados Unidos tengan opción alguna de tomar la delantera con esta tecnología.
Nikkei Asia informa de que en esta alianza participan CATL, CALB, Eve Energy, SVolt, Gotion High-Tech y BYD con su filial dedicada a las baterías para coches eléctricos, que es FinDreams Battery. Además hay varios fabricantes estatales de la industria del automóvil, y compañías privadas como la propia BYD, y también NIO. Pero es que también están dentro el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información, el Ministerio de Ciencia y Tecnología y muchos otros organismos estatales chinos. Se incluyen fondos patrocinados por el Estado entre los miembros y hay dentro institutos de investigación afiliados al gobierno. En definitiva, China ha recogido todo su músculo público y privado y ha formado una monumental alianza con el objetivo de ganar la carrera por las baterías de estado sólido en tiempo récord, a la carrera con Europa y Estados Unidos.
China quiere ganar la carrera por la batería de estado sólido a Europa y Estados Unidos como sea, y han formado una alianza con todo su músculo
El profesor de la Universidad de Tsinhua, Ouyang Minggao, durante la ceremonia de apertura señaló allí que es necesario ‘estar preparados para el riesgo de que la tecnología de baterías de estado sólido pueda volcarse’, y añadió que ‘la inteligencia artificial está cambiando los métodos de investigación y desarrollo de materiales, y ayudará a acelerar enormemente la velocidad de la investigación y el desarrollo de las baterías de electrolito sólido’. Cuenta con que para el año 2030, aproximadamente, se contará con mayores posibilidades de lograr un gran avance en la industrialización de este tipo de baterías.
Y es una alianza que llama mucho la atención porque este proyecto, que está coordinado desde Pekín, como hemos visto en el listado anterior, reúne a competidores que luchan de una forma agresiva por la cuota de mercado en el sector de las baterías. CATL, por ejemplo demandó a CALB y SVolt, que son competidores directos, por supuesta infracción de patentes. Pero es que ya hemos visto en los últimos meses que se han lanzado iniciativas en Corea del Sur, Japón, América del Norte y Europa con el objetivo de acelerar el desarrollo de este tipo de baterías. Y este es motivo suficiente para que China haya reunido a sus gigantes, en el sector público y en el privado, más allá de los enfrentamientos que guardan entre ellos en el mercado internacional.
En los últimos meses heos visto cómo Toyota ha prometido sus primeros coches eléctricos que usarán esta tecnología de baterías de estado sólido entre 2027 y 2028, arrancando por un modelo de Lexus según las filtraciones más recientes. Y por su parte, Nissan también ha lanzado la promesa de que harán lo mismo durante el año 2028. Esta tecnología de baterías con electrolito sólido se cree que es la que puede cambiar el paradigma mundial y revertir esa posición de absoluto liderazgo chino que se mantiene en estos momentos. Pero China, desde luego, ha puesto ya toda la carne en el asador para impedir que así sea.
Y teniendo en cuenta la absoluta determinación del Estado, y cuáles son las compañías que forman parte de la alianza, lo cierto es que la cosa se acaba de complicar, y mucho, para todos estos países que quieren ganarle a China la carrera por las baterías de estado sólido. Lo que está claro es que esta altísima competencia entre empresas privadas, y públicas, y entidades gubernamentales, va a beneficiar a los clientes con un acelerado desarrollo de la que promete ser la tecnología más revolucionaria en la historia de los vehículos eléctricos.