Las baterías portátiles están en auge porque se pueden usar para casa, de modo que tomen energía de las placas solares y nos ayuden a ahorrar en la factura de la luz, pero también para trabajar en exteriores y para hacer vida camper. Pero la verdad es que casi todas siguen el mismo patrón salvo estas, las de Yoshino Power. ¿Por qué? Porque esta empresa apuesta por la tecnología de electrolito sólido, mucho más avanzada que las celdas LFP que usan la mayoría. Da más potencia de salida, además se carga más rápido y, en definitiva, tiene unas prestaciones notablemente superiores gracias a sus celdas de electrolito sólido con química NCM.
Lo más habitual es que las baterías portátiles usen celdas LFP porque son baratas, ofrecen buena seguridad y además duran mucho tiempo sin desgastarse. Pero es verdad que tienen una capacidad de carga bastante lenta y una densidad energética muy limitada. Así que esta empresa tiene varios modelos de batería de estado sólido en formato portátil y acaban de presentar la Yoshino B4000 SST. Una batería que, a pesar de sus dimensiones de 54,3 cm x 25,9 cm x 23,8 cm, y de que pesa 25 kg, tiene 2,6 kWh de capacidad de almacenamiento energético y, sobre todo, una brutal potencia de 6 kW de salida como máximo. La potencia nominal es de 4 kW, que también está muy por encima de lo que pueden ofrecer a día de hoy la mayor parte de las baterías portátiles basadas en celdas LFP. Y esto lo logra gracias a que cuenta con celdas Li-NCM y, como comentábamos anteriormente, con electrolito sólido. Unas celdas que son notablemente más compactas que las LFP, además de que también pesan menos y ofrecen un nivel de seguridad incluso superior.
Una batería de 2,6 kWh y hasta 6 kW de potencia basada en celdas NCM de estado sólido, no existe nada mejor que esta tecnología
Y en lo que sí es igual a las demás o muy parecida es en que cuenta con todo tipo de conexiones para alimentar cualquier tipo de dispositivo. Cuenta con varias tomas USB Tipo C, conexiones de 12 V y 220 V, además de conexión inalámbrica por WiFi y Bluetooth. Aunque tiene una pantalla integrada para visualizar información y configurar parámetros básicos, todo se configura desde una app móvil específica. Ahí podemos ver el estado de la batería, el nivel de carga, la potencia de salida y los dispositivos conectados entre otra mucha información.
Por supuesto se puede cargar a 12 V con la toma de mechero del coche, también la podemos cargar a 220 V en una toma doméstica convencional y además con placas solares. En este caso, el máximo de potencia de carga llega hasta los 600 W usando paneles solares y requeriría de 5 horas y media para una carga completa hasta el 100% de batería. Sin embargo, con una toma doméstica convencional necesitaríamos de solo 60 minutos para una carga hasta el 80%, y de 90 minutos para una carga hasta el 100%.
Pero lo mejor de todo es que su precio va a arrancar en 349 euros en la promoción de lanzamiento, que es un precio del todo ridículo para una batería de estas características y con esta tecnología. Porque, aunque muchos las utilizan para acampar o para trabajar en la calle con herramientas que necesitan de electricidad, también se puede usar en casa para ahorrar en la factura de la luz. En combinación con placas solares podemos tener un ahorro notable, sobre todo, porque seguirá sirviendo ‘energía gratis’ tanto de noche como cuando haga mal tiempo.
Poco a poco la tecnología de baterías de estado sólido irá llegando a este sector, y cada vez veremos más baterías con este tipo de prestaciones. De momento, sin embargo, mientras que este modelo de Yoshino apuesta por células de electrolito sólido, que son notablemente más avanzadas, la gran parte de las alternativas cuenta con tecnología LFP.