Que si los caballos, que si los Newton metro… pero hay algo tan importante o incluso más: la aerodinámica. Porque por mucha potencia y mucho par, hay una fuerza contraria al avance de cualquier vehículo, pero que es especialmente indeseable en un superdeportivo como el Ford GT 2016, y esa es la resistencia que genera el propio aire. Pero dejándonos de vueltas ¿cómo se trabaja con la aerodinámica de un superdeportivo? Pues resulta que en la marca del óvalo han decidido dejarnos conocer cómo lo han hecho, y es realmente llamativo.
Hablamos de un modelo, el Ford GT 2016, que con su motor 3.5 litros V6 biturbo desarrolla más de 600 CV de potencia. Una auténtica bestia en prestaciones otorgadas por su mecánica, pero que además cuenta con tomas de admisión y deflectores de ajuste automático para adaptar la aerodinámica según convenga a la aceleración y el paso por curva. De lo mismo se encarga también el alerón trasero retráctil, capaz de regular la carga aerodinámica en la zaga.
Como se puede apreciar en el vídeo que ha facilitado la firma, en el túnel de viento se prueba la aerodinámica del superdeportivo expulsando un testigo de humo con aire a 200 km/h. De esta forma se puede comprobar cómo se comporta el testigo en el paso de la carrocería, una forma visual de asegurarse que la respuesta de sus formas es idéntica a la propuesta por el simulador con los datos teóricos.
En cualquier caso, estamos ante un superdeportivo de altísima ingeniería, del que poco a poco se van desvelando detalles técnicos y del que, por desgracia, todavía tendremos que esperar para conocer detalles concretos de potencia y otros valores. Lo que es evidente es que los 500 afortunados propietarios disfrutarán de un deportivo de raza, con aptitud y actitud en todos los campos, gracias a un trabajo de desarrollo que, como podemos ver en este vídeo, ha sido milimétrico de principio a fin.