La potencia de un coche eléctrico se mide en kW, que son kilowatios, y mientras que siempre hemos medido la potencia de los coches térmicos en CV o caballos de vapor. ¿Por qué? Porque la potencia es la unidad de medida de la cantidad de trabajo realizada en una unidad de tiempo. El vatio es la unidad de potencia para motores eléctricos, estandarizada por el Sistema Internacional, y es una unidad métrica.
Un vatio es un julio por segundo y, efectivamente, es una unidad de medida de consumo energético o generación. Y 1 kW son 1.000 W. Esta unidad de potencia se constituyó en el año 1960, en la Conferencia General de Pesos y Medidas, y se incorporó entonces en el Sistema Internacional de Unidades como unidad de potencia recomendada. En los coches eléctricos, la potencia que se expresa es la potencia máxima. En realidad, lo extraño es cuando la potencia de un coche eléctrico se expresa en CV y no en kW, y se hace así –en ocasiones- por simple inercia histórica.
La potencia de un coche eléctrico se expresa en kW, y no en CV
En los coches térmicos se ha estado usando el caballo de vapor como unidad de medida de la potencia porque este tipo de vehículos nacieron al final de la revolución industrial, cuando la máquina de vapor era protagonista. Los coches con motor de combustión interna se convirtieron en una alternativa a los vehículos movidos por vapor. Y efectivamente, en aquellos vehículos la potencia se expresaba en caballos de vapor o CV. Es por eso que hemos conocido la potencia, siempre, en CV y no en kW.
Pero es que existe una equivalencia entre CV y kW. Es decir, que da exactamente igual expresar la potencia en una u otra unidad de medida. 1 kW son 1,36 CV, mientras que 1 CV son 0,74 kW. De hecho, existen herramientas para pasar de kW a CV y viceversa. Pero con la llegada del coche eléctrico se está imponiendo –por fin- el uso del kW como unidad de medida de la potencia cuando, en realidad, debería haber ocurrido hace mucho tiempo.
De hecho, en la ficha técnica de nuestro vehículo la potencia ha aparecido siempre medida en kW. A pesar de ello, podemos utilizar cualquier unidad de medida de forma indistinta porque, digamos, significan lo mismo. De hecho, en un coche con motor de combustión que se anuncie como que tiene 100 CV, por poner un ejemplo, sería lo mismo decir que tiene 74 kW de potencia. Y en un coche eléctrico que se anuncie como que tiene 74 kW de potencia sería exactamente lo mismo decir que tiene 100 CV de potencia.
También se usa en los nuevos vehículos eléctricos el kWh como unidad de medida, pero referida a su consumo medio y también a la capacidad de almacenamiento energético de su batería. Hasta ahora habíamos estado conociendo las cifras de consumo medidas en L/100 km, porque la gasolina es un combustible líquido del que conocemos su volumen medido en litros. Sin embargo, en los coches eléctricos lo que se consume es energía eléctrica (kW) a lo largo del tiempo (h) y la distancia (km). Es por eso que se usa la unidad kWh/100 km para el consumo, mientras que la capacidad energética de las baterías se mide en kWh. Esta última unidad define la capacidad de descarga (kW) en el tiempo (h).